Las creaciones de los principales diseñadores de la isla en la última Pasarela Adlib pusieron de manifiesto que la moda ibicenca goza de estupenda salud. Desde el puerto de Vila, las creaciones de nuestros modistos demostraron al resto de España y del mundo que la moda Adlib se ha profesionalizado y que es mucho más que una serie de vestidos blancos de algodón con puntillas. Un paso adelante que no tendría recorrido sin los nuevos creadores que hoy se machacan los dedos y se dejan los ojos durante horas, muchos días sin apenas comer, cosiendo en centros como la Escola d’Art d’Eivissa para llegar a ser un día tan grandes como los diseñadores más reconocidos. Hace unos días pude comprobar en primera persona el buen ambiente que se respira en la escuela, la dedicación de profesoras como Marian Ferrer y su insistencia en indicar a alumnas como Natalia, Daniele, Lucía o Inés que una costura no está recta o bien cosida o que una prendra no está planchada correctamente.

El ibicenco Alfonso Sánchez, alumno de esta escuela, fue el ganador de la primera edición del concurso de nuevos diseñadores Futur Adlib, organizado por otra de las profesoras del centro, Carme Coll, cuya emoción se unió a las lágrimas de Marian tras conocer el veredicto del jurado que premió a uno de sus pupilos. ‘L’Ombra’, una colección de impecables diseños basados en el color negro que rompen todos los estereotipos de la moda Adlib, se hizo con el primer premio de este certamen en los que participaron también jóvenes promesas de Mallorca o Barcelona y que compitió en audacia y buen gusto con las creaciones de cuero de Lina Rojas o la inspiración oriental de Gabriela Durán. Tres nuevos diseñadores de la isla que forman una gran cantera y que son la semilla que garantiza un largo y fecundo futuro para la moda Adlib.