Otro accidente mortal en el que la víctima es un motorista, y van 13 este año, nos sugiere que las carreteras de Ibiza son peligrosísimas, están saturadas y los guardias de Tráfico que debieran vigilarlas, también están saturados de trabajo y por tanto no dan a basto. Su tarea preventiva está absolutamente relegada a la función reactiva a los incidentes y solo esporádicamente pueden dedicarse a la labor disciplinaria, que otros llamarían represora. El accidente del pasado lunes en la carretera de Sant Josep evidencia el elevado número de conductores que se ponen al volante habiendo consumido sustancias estupefacientes y/o alcohol. Pero en este caso se imputó a dos conductores que aunque implicados en el siniestro, a priori no tenían ninguna responsabilidad en el fatal accidente. Es cierto que dieron positivo en hachís y cocaína, pero no está claro que ello tuviera efecto alguno en su conducción, que es lo que constituiría delito contra la seguridad del tráfico. Y no sabemos si el conductor de la motocicleta que resultó muerto al colisionar por alcance, hubiese dado positivo si los agentes le hubiesen hecho las pruebas, cosa que no sucedió porque la Ley no lo permite y tendrá que ser la autopsia la que esclarezca este extremo. En todo caso hay un grave problema de seguridad vial en las Pitiusas, derivado de un excesivo parque móvil, de determinadas carreteras netamente desbordadas y de una insuficiente plantilla de guardias civiles de la Agrupación de Tráfico. Mientras no se actúe sobre estos factores con determinación, la situación no hará sino agravarse. Y lo sufrirán principalmente los elementos más frágiles del tráfico: ciclistas y motociclistas. No tiene mucho sentido recoger firmas para que se endurezcan las sanciones, si solo se piensa actuar cuando el accidente se haya producido. Los controles preventivos son algo excepcional y ello se debe a que no hay agentes suficientes para llevarlos a cabo. Eso lo saben los conductores que beben y se drogan y por tanto, el elemento disuasorio no funciona. Al paso que vamos batiremos récords en víctimas mortales el las carreteras de Ibiza y Formentera. Insufrible.