Sabido es que Donald Trump armó un escándalo internacional al reconocer a Jerusalén como capital de Israel y ordenar el traslado de la embajada de los Estados Unidos desde Tel-Aviv a la Ciudad Santa. La decisión de Trump, adoptada el pasado 6 de diciembre, generó numerosas críticas de Turquía, Jordania, Arabia Saudí, Siria, China, Francia, Italia, la ONU, el Movimiento de Países No Alineados y hasta del papa Francisco. Y la verdad sea dicha, a un servidor le sentó muy bien la decisión del presidente norteamericano porque es de justicia reconocerlo y aprobarlo. Conste que he visitado Jerusalén, su Muro de las Lamentaciones y la impresionante ciudad de Tel-Aviv en enero de 1990. Un viaje de investigación sobre unos caracteres hebreos escritos de derecha a izquierda: Bet Hei, en muchas cartas de Cristóbal Colón dirigidas a su hijo Diego. Se trata de la abreviatura de Baruch Haschem (Alabado sea el Señor), según me confirmaron en el Instituto de Manuscritos Hebreos Microfilmados de Jerusalén y en la Universidad Givat Ram.

El caso es que transcurridas cuatro semanas desde la declaración de Trump, arqueólogos israelíes han anunciado un espectacular descubrimiento en la pared occidental del Monte del Templo, que consiste en el hallazgo de un sello de arcilla que confirma la existencia de un gobernador de Jerusalén hace 2.700 años, que hasta el momento solamente había sido mencionado en la Biblia. Se trata de una pieza de 13 x 15 mm y 2-3 mm de grosor y se ven las figuras de dos individuos encarados y en la parte inferior aparece una inscripción en hebreo antiguo: "Perteneciente al gobernador de la ciudad", un cargo nombrado por el rey. La noticia ha suido confirmada por la arqueóloga Shlomit Weksler - Bdolah y afirma que "es la primera vez que una inscripción de estas características es hallada en una excavación autorizada y confirma la alusión bíblica a la existencia de un gobernador en la ciudad hace 2.700 años.

"Cogito ergo sum" (Pienso luego existo), me da la impresión que Donald Trump había sido informado por los servicios de inteligencia de su país acerca de del resultado de las últimas excavaciones realizadas muy cerca del Muro de las Lamentaciones (The Wailing Wall). Es decir, la confirmación de que el sello de arcilla hallado confirma la estructura política (la existencia de un gobernador) de la que habla el Antiguo Testamento.