Este fin de semana se han publicado encuestas con la intención de voto en Baleares de cara a las elecciones del año que viene. Hay mucho por analizar y desgranar en estas encuestas que recordemos que no son más que encuestas y que de aquí a mayo aún todo puede dar un vuelco. Lo más sorprendente de la encuesta es que en Baleares aún haya tantos miles de votantes dispuestos a votar al Partido Popular de Company «and company». Puedo entender que el poder desgaste a la izquierda y es que el votante de izquierdas (no digamos ya el de MÉS) es muy crítico con los suyos y es por eso que se hace tan difícil ver gobernar a los diferentes pactes progresistas más de cuatro años seguidos. Lo de la derecha balear si que es algo que provoca sonrojo. Después del PP de Bauzá y el TIL parecía que el Partit Popular había aprendido la lección e iba a enderezar la deriva españolista rancia que había tomado pero con la llegada de Pablo Casado a Génova cualquier esperanza se convirtió en humo y de repente los peperos baleares tuvieron que hacer como suyo el discurso del odio y de una España monolítica. El PP compite con Ciudadanos por ver quién es más español y más de derechas y de esa competición a cara de perro no puede salir nada bueno. Lo más triste de todo esto es que a día de hoy haya tantos votantes dispuestos a votar a un PP que no ha hecho limpieza, que se ha radicalizado y que no saben ni gestionar a pesar de que nos han querido vender lo contrario. De aquí a las elecciones de 2019 hay que hacer mucha pedagogía entre los votantes de izquierda para que el tándem PP-Ciudadanos no tenga futuro y se queden en la oposición cuatro años más. Contra la peor derecha hay que mostrar la mejor izquierda posible sin excusas. Hoy aún estamos a tiempo, mañana ya veremos.