La muerte por accidente de helicóptero de Kobe Bryant ha supuesto un shock para todos los que amamos la NBA y el baloncesto. Desde los tiempos heroicos del dream team de Barcelona 92 pocos jugadores han despertado tanta admiración como él en la parroquia global de aficionados al basket, Kobe con su talento y ambición ha ejemplificado como ningún otro desde Michael Jordan lo que debe ser una estrella, un ganador y un líder en el campo.

La tragedia que ha acabado con la vida de Kobe, de su hija y de otras siete personas me ha impresionado mucho, no solo por mi pasión por el deporte de la canasta, como jugador y como aficionado a la NBA, sino porque los hechos que han rodeado al fatal accidente de helicóptero son idénticos a los que afectaban al helicóptero sanitario de Ibiza.

Según la información publicada por BBC News la empresa propietaria del helicóptero carecía de licencia para realizar vuelos instrumentales (vuelo basado exclusivamente en los instrumentos de navegación del helicóptero y en las señales de las radiobalizas aeroportuarias que permite volar con seguridad en condiciones de baja visibilidad). Por esta falta de licencia empresarial el piloto del helicóptero accidentado, que sí poseía el título de piloto instrumental, no pudo solicitar a la torre de control indicaciones instrumentales cuando entró en un banco de niebla y perdió toda referencia visual con el terreno. Desorientado y a ciegas, sin poder recurrir al respaldo de la tecnología instrumental el helicóptero chocó contra unas montañas cercanas segando la vida del pasaje y los tripulantes.

Como veis los paralelismos con la situación de riesgo grave para la vida de los trabajadores y pacientes del helicóptero sanitario de Ibiza que denuncié como delegado de SIMEBAL son escalofriantes. La empresa del helicóptero de Kobe Bryant, al igual que la adjudicataria Eliance, carecía de licencia para el vuelo instrumental y este hecho ha sido decisivo para que ocurriera el accidente fatal.

No me extenderé mucho más. Descansa en paz Kobe Bryant, tienes toda mi admiración como amante del baloncesto, ten por seguro que tu estrella no la apagará un trágico accidente de helicóptero.