Sin ninguna duda, la pandemia sigue siendo el tema principal que marca nuestro día a día, pero en absoluto es el único asunto de interés, ni el único problema que nos afecta. La dificultad para acceder a una vivienda digna y a un precio razonable permanece entre nosotros como esa problemática enquistada, a la que a día de hoy nadie ha sido capaz de empezar ni tan siquiera a resolver.

Cabía esperar y suponer que en una temporada turística prácticamente inexistente, como ha sido ésta de 2020, la ausencia de turistas en nuestras islas haría que la grave situación que nos afecta se relajara de alguna manera. La lógica hacia presuponer que ante el descenso drástico de la demanda, tanto de visitantes, como de trabajadores de todas las actividades que giran en torno al sector turístico la presión habitacional descendería notablemente y con ello los precios de los alquileres bajarían y el número de viviendas disponibles se incrementaría.

Pero la realidad ha decidido tomar otros derroteros y si bien es cierto que la demanda de alquileres ha sido muy inferior a la de cualquier otro año, no lo es menos que los alquileres siguen siendo abusivos y fuera del alcance de la mayoría de trabajadores y residentes en las islas.

Son varios los proyectos de VPO que se han puesto en marcha en Eivissa y uno cuya tramitación esta pendiente de finalizar para que se pueda empezar a construir en Formentera. Y parece que, por parte de las administraciones, eso es todo lo que se ha hecho en los últimos cinco años. En cualquier caso, una vez finalizados todos los proyectos en ambas islas, el número total de nuevas viviendas de protección será inferior a cien, cifra claramente insuficiente para solventar el problema en cuestión.

La situación requiere de propuestas más imaginativas que la simple construcción de unas pocas viviendas para que el Ibavi las pueda gestionar. Hay que trabajar con intensidad y dedicación en el control de la normativa que afecta a ese tipo de vivienda de promoción pública, hay que actuar con urgencia sobre los precios de los alquileres, hay que facilitar todo tipo de ayudas en los tramites de solicitudes varias; en definitiva hay mucho mas trabajo que hacer, del que se ha venido haciendo hasta la fecha. A pesar de todo ello, no se está demostrando el menor interés por parte de la Conselleria d’Habitatge del Govern Balear, como administración competente en la materia, en mejorar su propia gestión.
Prueba de ello, es que la actividad que la oficina del Ibavi en Eivissa viene desarrollando. Es la misma que hace cuatro años y medio, que fue cuando se inauguró. Es alarmante y escandalosa la falta de todo tipo de medios, tanto materiales, como personales; por lo que la función que la misma desempeña no ha evolucionado, ni mejorado en estos años. La prueba más evidente de que esto es así es que algunos ayuntamientos de la isla han decidido abrir sus propias oficinas de vivienda para atender a sus ciudadanos. Esta falta de unidad a la hora de atacar la problemática de vivienda lo único que hace es dividir fuerzas y ello sin duda va en detrimento de la efectividad.

El caso de Formentera es todavía más grave y preocupante si cabe. Desde su Consell Insular y en el último pleno celebrado se ha vuelto a recordar que uno de los problemas más acuciantes para la isla sigue siendo la vivienda. Pero, curiosamente y a pesar de la gravedad de la situación por la que se atraviesa y del recordatorio tanto de la Presidenta, como de la Vicepresidenta, sobre la necesidad de actuar con urgencia, a día de hoy sigue sin saberse nada de la tan anunciada oficina de vivienda que conjuntamente deberían estar gestionando Consell y Govern.

Lo más triste en este caso, es que esa oficina ya existe en Formentera, desde febrero de 2016. Unos y otros parecen querer olvidar ahora la existencia de la oficina del Ibavi en Sant Francesc; el Govern porque fue el propio conseller Pons quien decidió cerrarla un mes después de su inauguración, con el falso argumento de insuficiente trabajo y; el Consell por que la propia Presidenta actual (GxF), fue la que en 2016 decidió rechazar la propuesta de participación en la gestión de la misma. Tampoco hizo nada para evitar que se cerrara esa oficina, la actual Vicepresidenta (PSOE), por entonces consellera.

En Formentera, el Govern, el Consell, GxF y el PSOE, o llevan cuatro años y medio tomándole el pelo a los ciudadanos, o demostrando su incapacidad para atacar el problema de vivienda en la isla.