Vacunación en el Recinto Ferial de Ibiza. | Daniel Espinosa

Hoy hace exactamente un mes que llamé por primera vez a Infocovid después de que me saltase el ‘chivato’ al hacer el test para pedir cita para vacunarme contra el coronavirus. Cuando te metes en la web de Bitcita tienes que contestar unas preguntas y, una de ellas, es si alguna vez has tenido una reacción alérgica grave. En mi caso, sí, porque me administraron tras una operación un medicamento antiinflamatorio al que soy alérgica, igual que a todos sus derivados. Llamé a Infocovid y, tras esperar 20 minutos, me dijeron que me llamaría un médico.

Ese mismo día por la noche me llamó un médico y pensé ‘vaya, qué rápido’. Me preguntó por la alergia que tenía, en qué consistió la reacción que me dio y me dijo que se miraría bien mi historia clínica y los excipientes de cada una de las vacunas para emitir su veredicto sobre qué vacuna ponerme. Entonces, Infocovid, supuestamente, me llamaría y me daría cita para la vacuna. Eso fue el 15 de junio y aún estoy esperando. Habré llamado cerca de una veintena de veces más y las respuestas son de lo más variopintas ya que cada vez que llamas te coge el teléfono una persona diferente (en Palma, por supuesto): que si el médico se olvidó de adjuntar su informe, que lo seguía evaluando, que había que esperar una semana más…y así, semana tras semana.

Actualmente, soy casi la única de mi entorno laboral, familiar y social que aún no está vacunada. No sé si habrá más alérgicos a medicamentos en mi misma situación, pero lo que sí sé es que cada semana el Govern dice que se quedan un millar o más de citas vacías porque la gente no quiere vacunarse y hay rechazo a la inmunización. ¿No será que hay que mejorar el sistema y su eficacia para evitar que se queden esas dosis sin inocular? ¿No será que hay que hacer más autocrítica y detectar qué es lo que está fallando para corregirlo?