Imagen de una de las jornadas del Foro Marino. | Irene Arango

Esta semana hemos podido disfrutar de la tercera edición del Foro Marino, espacio de reflexión y debate en torno a la conservación del mar.

Desde tiempos inmemoriales, pasando por los relatos de la Odisea de Homero, los seres humanos aprovechan el mar como un recurso económico y un medio de relaciones entre los pueblos y por lo tanto como una fuente inagotable de cultura. Sin embargo, las malas prácticas de los últimos años están amenazando esta simbiosis y, como consecuencia, la vida en el planeta.

Es por ello que el espíritu que alimenta el foro entiende que el mantenimiento de la actividad humana en, con y desde el mar solo es posible mediante una simbiosis armónica que pase por una relación sostenible entre los humanos y el mar.

Este espíritu azul alimenta también al economista Antoni Riera, que nos ha regalado el bello concepto de economía azul, capaz de dirigir una estrategia de crecimiento sostenible de los sectores económicos relacionados con el medio marino. Alimenta también al arqueólogo marino Javier Rodríguez, quien, con su trabajo de recuperación de pecios en nuestras aguas, nos obsequia con la idea de cultura azul y cómo debemos también preservarla y promoverla de cara a nuestro legado y enriquecimiento personal y social.

El espíritu azul es capaz de traspasar fronteras generando también un pensamiento azul capaz de impregnar las conciencias y los estilos de vida, un pensamiento en el que la economía y la ecología estén unidas por su raíz eco-, del griego oikos, hogar, cuyas leyes (nomos) estén coordinadas con un discurso (logos) animado por el espíritu azul. Oikos (hogar) supone pues la raíz significativa que vertebra todo el universo de sentido de las palabras, las ideas, los conceptos, las emociones y los actos de imaginación del campo del pensamiento azul, del cual derivarán nuestras acciones en, con y desde el mar. Enhorabuena al foro marino y a por la cuarta edición.