Jugadores de la UD Ibiza celebrando un gol esta temporada. | Marcelo Sastre

«El fútbol es la cosa más importante de las menos importantes». Esta cita se le atribuye a Jorge Valdano, aunque otros dicen que esas palabras son del mítico técnico italiano Arrigo Sacchi. Sea como fuere, no nos atañe el autor y sí el contenido. Muchos discreparán de esa afirmación y dirán que son 22 personas corriendo detrás de una pelota, pero lo cierto es que se podría decir que el fútbol tiene un poder similar al de las religiones. Me explico, pocas cosas mueven más masas que el balón y tienen un poder de socializar muy alto, por desgracia también de confrontación. En definitiva, se le conoce como el deporte rey y por algo será.

Aterricé en la isla hace cinco años con la Peña Deportiva y los vecinos de Formentera como los mejores equipos en Segunda B; y con la UD Ibiza y el San Rafael en Tercera. El paisaje ha cambiado mucho, el crecimiento en Ibiza ha sido espectacular y ha llegado el fútbol profesional de la mano de la Udé. Los más viejos del lugar dicen que era impensable que Ibiza pudiese llegar a Segunda. Lo ha hecho y parece que para quedarse. El fútbol es caprichoso y nunca se puede adivinar el futuro, pero se augura prometedor.

Ha sido una temporada histórica en la que han venido a la isla algunos de los ilustres del fútbol español, equipos que no pasan por su mejor momento y que se han visto superados por este recién llegado. Para la historia del club quedan ya la goleada en La Rosaleda o la victoria en El Molinón.

El futuro está por venir. Pinta bien, pero no hay que olvidar que la segunda temporada, la de la consolidación, puede ser aún más complicada que la primera. El presente será una fiesta esta noche, una fiesta con olor a despedida. Javi Lara y Morillas no serán los únicos que no volverán a vestir la celeste. Para ellos, un gracias y honor.