Josep Marí Ribas Agustinet. | Daniel Espinosa

Pocos pueden presumir en esta isla de llevar a día de hoy la friolera de 39 años ejerciendo de político. Es el caso del socialista Josep Marí Ribas Agustinet, actual conseller autonómico de Vivienda y Movilidad y que, en mayo del año que viene, pretende hacerse con la presidencia del Consell d’Eivissa. Cierto es que no siempre en esas cuatro décadas Agustinet ha ejercido como cargo público, pero, vamos, que lleva la tira de tiempo tomando decisiones que afectan a los ibicencos.

A la tierna edad de 16 años, Agustinet acabó la secundaria y empezó a trabajar en un banco de la isla. De ahí, pasó a ser concejal del Ayuntamiento de Sant Josep en 1983, cuando tenía 24 años y en la legislatura en la que se dio luz verde a las normas subsidiarias urbanísticas de este municipio, que, visto lo visto, debían ser como la Sodoma y Gomorra de las normas. Mal no le debían parecer puesto que, dicen, votó a favor de las mismas. Dos años más tarde, se afilió al PSOE. En 1999 ve recompensadas sus aspiraciones y se convierte en conseller insular de Urbanismo y Turismo. Es en esa época cuando, de su mano, se aprueba una moratoria urbanística que solo sirvió para que en Ibiza la burbuja inmobiliaria creciera antes y más que en el resto de España. Y en ella seguimos.

Vista del folleto electoral con el que Marí Ribas concurrió a las elecciones en 1983.

Entre 2004 y 2007, dirige el mayor bluf urbanístico conocido en Ibiza, el proyecto Eivissa Centre. Y, ya como alcalde de Sant Josep, la lía parda con los Don Pepe. Como conseller de Vivienda, tampoco es que haya destacado.

Con este currículum, una no puede dejar de preguntarse si realmente el PSOE no tiene a nadie mejor. O, por lo menos, a alguien que, después de 40 años en la cosa pública, no pueda ofrecer un balance de resultados medianamente aceptable.