María Delgado este jueves por la mañana. | Daniel Espinosa

María Delgado Nadal (Zaragoza, 1997) es una de las nadadoras más laureadas de nuestro país. Especialista en las pruebas de mariposa, libres y espalda, a pesar de su juventud acumula numerosos éxitos como las dos medallas de bronce que consiguió en los Juegos Paralímpicos de Rio de Janeiro en 2016, las ocho que colecciona en campeonatos del mundo o las diez logradas en distintos campeonatos de Europa.

Sin embargo, este jueves por la mañana durante su participación en una nueva sesión de las jornadas de Esport Inclusiu a l’Escola que ha organizado el Consell d’Eivissa en el CEIP Torres de Balàfia y el IES Balàfia demostró cercanía y empatía asegurando a Periódico de Ibiza y Formentera que no se considera ningún ejemplo. «No creo que sea ningún ejemplo de superación ni un referente en el que otras personas puedan fijarse para aprender, progresar o inspirarse sino una persona cualquiera que busca seguir disfrutando con el deporte mientras piensa seguir mejorando y superándose cada día».

No en vano, Delgado aseguró que para ella el deporte lo es todo en su vida. «Me ha aportado todo lo que soy ahora mismo, me ha inculcado valores que intento aplicar en mi día a día y sobre todo me ha hecho mucho mejor persona porque, entre otras cosas, me marché de mi casa en Zaragoza con 16 años para seguir formándome en un centro de alto rendimiento en Madrid y eso te marca para siempre».

En este sentido, la nadadora maña recordó que se adentró en el deporte gracias a sus padres y el apoyo de la ONCE. «Empecé con 10 años a practicar atletismo y natación en la Asociación Deportiva Aragua que busca la inclusión social de las personas con diversidad funcional y la prevención de la dependencia a través del deporte y poco a poco fui participando en campeonatos nacionales, europeos, mundiales y hasta en dos juegos olímpicos, que es a lo más que puede aspirar cualquier deportista en el mundo en cualquier disciplina».

Incluso, gracias al plan ADOP del Comité Paralímpico Español, desde 2013 se dedica de manera profesional al deporte de de alto nivel, en 2016 recibió la medalla de la Real Orden del Mérito Deportivo y en 2020 se graduó en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte por la UPM.

Por ello, durante su estancia en Ibiza, María Delgado intentó transmitir la idea a los jóvenes de que «conozcan los valores del deporte adaptado porque les pueden ser muy útiles en su vida y que en ningún momento sientan lástima, porque somos iguales que el resto, haciendo deporte de verdad y con una serie de récords y medallas que se consiguen a base de sacrificio, horas de entrenamiento y esfuerzo».