Un paseo por la historia cotidiana de Ibiza. | Manu Gon

Los amantes de las tradiciones y la etnografía de Ibiza tendrán desde este sábado un nuevo espacio de referencia en el Molí d’en Simó, un molino de harina de tipología mallorquina con torre estrecha que fue adquirido por el Consell d'Eivissa en 2001 y en el que se han invertido 190.000 euros para su restauración y puesta en marcha.

Este nuevo espacio museístico de Sant Antoni gestionado por la máxima institución insular abrirá de martes a domingos de 10.00 a 13.30 horas y en él los visitantes podrán encontrar una amplia colección de elementos cotidianos de la vida en Ibiza hace ya más de un siglo y que han sido donados desinteresadamente por la conocida profesora y activista cultural y política menorquina Carmen Tur quien los recopiló durante años gracias a la colaboración de las familias de ca s'Amesat, Verdera Torres, Josep María Subirà o la conocida artesana de espardenyes de Sant Miquel, na Catalineta.

Dividida por temas y vitrinas

La exposición, que también cuenta con parte del fondo del Museu Etnogràfic d'Eivissa del Puig de Missa de Santa Eulària y un par de obras pictóricas de la colección del Consell d'Eivissa, está dividida por temas y vitrinas dando especial importancia a la indumentaria.

Según ha explicado la historiadora del arte y conservadora del Museo Etnográfico de Eivissa, Susana Cardona, en la colección se puede ver una amplia relación de piezas textiles y de indumentaria de mujer y de hombre que se empleaban tanto en Ibiza como en Formentera. La mayor parte de ellas estaban destinadas especialmente al uso doméstico como les gonelles femeninas o las tropas de burell, trapo o algodón, siendo especialmente relevante una antigua gonella negra con su delantal de muestra original y un vistoso bordado muy difícil de encontrar en la actualidad.

Además, hay distintos modelos de sombreros tanto masculinos como femeninos, espardenyes de los modelos morret, esmorellades o caladas o joyería masculina como botones de filigrana hechos en plata o una fantástica emprendada confeccionada en plata y coral cedida por los Verdera Torres. E, incluso, objetos funcionales elaborados con esparto como las senalles, els senallons, les barses, els cistellons o els còvec; instrumentos musicales manufacturados artesanalmente como els tambors, les flaütes, les castanyoles, les xeremies, els espasins o els bimbaus; armas blancas y de fuego que se usaban para festejar, una amplia colección de cuchillos grabados e, incluso un estoc o bastón que incluía en su interior una pieza de metal similar a una espada y herramientas, piezas de medida, utensilios de cocina, una pequeña balanza y piezas de cerámica elaboradas casi todas por el conocido artesano Joan Planells Daifa.

Patrimonio cultural e inmaterial

El resultado es una colección permanente que, según ha explicado la consellera de Cultura, Sara Ramón «busca enseñar a los ciudadanos de toda la isla y a los numerosos visitantes que recibe Sant Antoni en verano el rico patrimonio cultural material e inmaterial que tiene Ibiza y al mismo tiempo transmitir a los niños y adolescentes la importancia de nuestra historia y nuestras tradiciones».