Doña Pura Riera, la socia más antigua del Casino des Moll.

Doña Pura Riera, la socia más antigua del Casino des Moll, reconoció ayer que está viviendo el centenario de la entidad social de una forma «estupenda». Esta vecina de Vila, nacida incluso antes de la constitución del Casino, aseguró que ha llegado a los 101 años «porque tengo unos nietos que me cuidan mucho» y también aprovechó para recordar cómo iba allí «de jovencita» a participar en numerosas actividades. «Éramos como hermanos. Nos íbamos allí y hacíamos nuestras tertulias. Íbamos al Casino a pasar las tardes», relató.

Doña Pura Riera animó a la gente joven a convertirse en socios de esta entidad, tal como han hecho algunos de sus nietos. Ella fue una de las personas que quisieron acercarse ayer a la parroquia de San Salvador para participar en la misa conmemorativa del centenario del Casino.

Agradecimientos

El obispo Vicent Ribas recordó que la celebración servía para «tener presentes a todas las personas que comenzaron esta obra y a quienes hoy, dentro del centenario, se quiere recordar y agradecer que esto fuera posible». También resaltó la importancia de que gente joven haya tomado el relevo a la hora de impulsar iniciativas. Una de las asistentes al oficio religioso recordó cómo sus padres habían sido socios y rememoró numerosas actividades que solían celebrarse antiguamente como las excursiones o los bailes.

También María explicó que había sido socia de pequeña y, después de varias décadas, ha vuelto ahora a inscribirse. «Me he encontrado con muy buen ambiente y con una directiva con muchas ganas de hacer cosas y de buscar gente joven», consideró. Evelio, hijo de un anterior presidente, declaró que actos del centenario como el celebrado ayer «son muy bonitos». El presidente Joan Marí Botja reconoció que están viviendo unos días muy especiales puesto que no han parado de recibir muestras de cariño. «Intentamos que el Casino vuelva a recuperar la actividad que anteriormente tenía.
Mucha gente se está reenganchando, vieron lo del centenario y han vuelto», celebró. Tras el oficio religioso, los socios y familiares se dirigieron al Club Náutico para disfrutar de una comida de hermandad y rendir un homenaje a expresidentes de la entidad. También a doña Pura como la socia más antigua del Casino des Moll.