Este viernes por la mañana en el Mercat Nou de Vila. | Toni Planells

El Mercat Nou se prepara para recibir las distintas variedades de fruta dulce que llega con las altas temperaturas.Entre las frutas más madrugadoras de la temporada están los nísperos y los albaricoques. Frutas cuyos frutales abundan en las casas y campos ibicencos pero cuya precoz madurez obliga a no despistarse a la hora de recolectarlas.

«Vas hoy y todavía está verde en el árbol, pero vas mañana y ya te encuentras la mitad el suelo. Tarda muy poco en madurar, eso sí: están muy buenos», explicaba Nieves mientras se llevaba la bolsa de esta fruta que le servían Juanjo y Héctor en Frutas Palerm. «En una semana se caen todos», confirmaba el frutero mientras Nieves admitía que, para que no se echen a perder, «yo hago mermelada». La misma fugacidad ocurre con el níspero, «madura enseguida, le pasa lo mismo que al albaricoque», tal como apuntaba Héctor mientras Juanjo explicaba que «la temporada del níspero empieza ahora y, para Sant Joan, ya no quedan».

Sequía

«Ahora es cuando empieza a llegar toda la fruta dulce. Ya tenemos hasta cerezas», anunciaba Juanjo, que también advertía de que las circunstancias de esta temporada «con la poca agua que ha caído y la inflación harán que suban mucho los precios. De momento, lo que está llegando, que todavía es de fuera, está carísimo. Y es que, este año la sequía lo va a arrasar todo. No solo aquí: en todos los lugares».

«Todavía no tengo de los ibicencos, aún están verdes», admitía Pepita en su puesto del Mercat Nou acerca de los nísperos, mientras compartía el argumento de sus colegas del mercado respecto al albaricoque, añadiendo que «el ibicenco, sobre todo el blanco, es el mejor que hay, mucho más que el de fuera».

Respecto a estas frutas, en frutas Marga Boned, su responsable declara que «fuimos los primeros en tener nísperos pero ya se están acabando y el albaricoque ibicenco está todavía por llegar. Esto depende de los payeses o los huertos que tengas». Marga también pone el foco entre el níspero cultivado en Ibiza y el que viene de fuera, «es verdad que el níspero de aquí es más pequeño y más feucho, pero está mucho más bueno. Es más dulce que el forastero, que es más bonito, pero también más ácido y el doble de caro. Llega a estar a más de cinco euros el kilo».

Marta es clienta del Mercat Vell, aunque no lleva los nísperos en su lista de la compra, «yo tengo en casa y, la verdad es que ya hay unos cuantos por el suelo», confirmando el argumento de la fugacidad de la madurez de esta fruta ibicenca.