Una instantánea de la comida. | Arguiñe Escandón

Vejez, divino tesoro. Más de 100 mayores de Sant Llorenç han celebrado este domingo la vida, disfrutando de las pequeñas cosas, rodeados de amigos y vecinos. «La vejez, aunque no lo creas, es una etapa de la vida maravillosa y con muchas ventajas. Ya lo descubrirás», señaló la vecina Lina de Sant Llorenç en el restaurante Es Pins.

Este local fue el lugar escogido, como otros años, para homenajear a la tercera edad de este pueblo del norte de la isla. Lo hicieron mediante una gran fiesta gastronómica en la que estos mayores degustaron una gran paella en el restaurante Es Pins.

«Es una tradición maravillosa porque nos juntamos todos y pasamos un rato muy agradable. Siempre acabamos recordando anécdotas», señaló una de las asistentes.

Desde 1999
Esta mujer explicó que Sant Llorenç celebra desde 1999 una comida homenaje para la tercera edad en la que el Ayuntamiento de Sant Joan invita a los mayores de 75 años «con el fin de rendir un homenaje a estas personas que lo han dado todo por el pueblo». Además, tras esta gran comilona, los mayores pudieron disfrutar de una obra de teatro en la plaza de Sant Llorenç. Una jornada muy completa en la que no podía faltar el espectáculo de ball pagès frente a la iglesia de Sant Llorenç. No obstante, antes de esta función, vivieron una misa de homenaje a los mayores con cantos religiosos. También degustaron los dulces típicos de la isla a cargo del Ayuntamiento de Sant Joan.

Sin duda, ayer, Sant Llorenç de Balàfia, que está situado en el corazón verde del norte de la isla, fue el epicentro de una de las tradiciones más especiales en la isla.