No obstante, lo mejor estaba por llegar para los mayores del pueblo: una gran comida de hermandad en el restaurante Sol i Camp, en el puerto de Sant Miquel. «Comer en compañía nos hace más felices, por eso es importante seguir celebrando estas reuniones tan especiales», señaló Catalina, una vecina de Sant Miquel. En total, más de 150 personas con una sonrisa en el rostro disfrutaron de una comida local, que estuvo compuesta de aperitivos, paella ibicenca, ensalada, postre y café.
En este sentido, la alcaldesa del municipio, Tania Marí, quien participó como una más en todos los actos de la jornada, explicó que la fiesta estaba resultando «genial».
Declaraciones compartidas por los miembros del colectivo de la tercera edad de Sant Miquel, puesto que, desde el primer momento, se mostraron emocionados y felices de ser los protagonistas en un día tan especial. «Conocer nuevas amistades y socializar es lo más saludable para prevenir la soledad. Por este motivo, estos encuentros son tan importantes para nosotros», subrayó el vecino Joan durante esta comida de hermandad. En este sentido, los mayores reconocieron que, este año, las fiestas de Sant Miquel y todos los actos del programa han tenido un gran «seguimiento».
Un gran final
Tras esta celebración en el restaurante Sol i Camp, se organizó también por la tarde una fiesta infantil con talleres, música y magia y, además, se celebró la obra de teatro Matrimoni per medecina, a cargo del Grup de Teatre des Cubells en la plaza del pueblo.
Por la noche tuvo lugar un correfoc con Els Mals Esperits y un electrobingo que albergó a decenas de vecinos. Sin duda, estas fiestas de San Miguel, que finalizaron ayer, siempre se recordarán por su amplio y variado programa con actividades tradicionales, conciertos, teatro y otras iniciativas.
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