El medallista paralímpico Jordi Morales comparte una jornada inclusiva con el CEIP s’Olivera

Jordi les explicó sus éxitos deportivos, pero también les habló de estos como «ocasiones muy puntuales que pueden llegar o no, dependiendo de algunos detalles». Asimismo mostró sentirse orgulloso de que el año que viene participará en sus séptimos Juegos Paralímpicos así como la dificultad que ello conlleva: «Puedo decirlo con orgullo. Siete juegos paralímpicos son 24 años en alto nivel y al final esto es la gran dificultad al estar muchos años por la constancia y el esfuerzo que supone todo esto».

Al hablar con el Periódico de Ibiza de Ibiza y Formentera aseguró que «al final también es una lección para ellos porque no hay dificultades solamente en el deporte sino en la vida encontramos dificultades y no hay que rendirse, hay que intentarlo porque a veces ocurren cosas espectaculares y consigues grandes éxitos». También habló de la concienciación en las nuevas generaciones: «estamos consiguiendo romper más tabús, ya se habla más de la discapacidad y no hay tanto miedo, creo que los entornos se están abriendo. Ya estamos empezando a incluirnos, que es participar todos de las mismas actividades. Yo creo que el futuro es muy esperanzador y con mucha satisfacción lo encaramos».

Hoy fue la primera pero habrá en total nueve jornadas, en la que participarán nueve colegios durante el curso escolar 2023 - 2024. Como broche final, para el mes de marzo, está programado un festival en las instalaciones deportivas de Sant Antoni al que acudirán unos 500 niños. Hasta ahora han participado en estos dos últimos cursos veinte colegios y unos 3.400 alumnos, ya que el objetivo es en un periodo de cinco años llegar a todos los colegios de Ibiza.

Para completar este día de Deporte Inclusivo, el alumnado del colegio s’Olivera también ha participado en diferentes actividades con Jordi en el polideportivo de Puig D’en Valls. Unas actividades que consistieron en practicar cuatro modalidades de deportes adaptados: golbol, fútbol sala y atletismo para invidentes; y voleibol sentado. Realmente se pusieron en el papel de una persona con visibilidad reducida cubriendo sus ojos con antifaces mientras realizaban la actividad, o dejando de usar las piernas para jugar voleibol.

Algunos alumnos de sexto de primaria han expresado qué sintieron al practicar atletismo con visibilidad reducida: «Teníamos los ojos tapados y una persona atrás que nos dirigía» comenta León; Gael expresaba que «jugar sin poder ver es muy difícil, por lo menos para nosotros, y los que no tienen la oportunidad de poder ver creo que se merecen algo mejor, aunque seguro que a ellos se les da muy bien». Adriana por su parte quiso lanzar un mensaje: «Yo quiero dar ánimos porque yo tengo amigos que han nacido con discapacidades y decirles que si alguien les hace bullying que pasen de ellos».