Presentación de los trabajos beneficiados por la beca. | Irene Arango

El Ayuntamiento de Ibiza ha presentado este martes 7 de noviembre los trabajos de los dos estudiantes beneficiarios de las becas municipales de Arqueología, Alejandro García y Josué Lorente. Ambos estudiantes han estado trabajando con material recuperado en la calle Conquista (Dalt Vila), tras las obras de remodelación que ocurrieron entre noviembre de 2021 y junio de 2022.

"Durante las obras encontramos una cisterna púnica y un fondo de casas, tallado en la roca, y los materiales asociados a estos niveles arqueológicos son los que ellos han trabajado», señaló Rosa Gurrea, técnica de Patrimonio del Ayuntamiento de Ibiza. En total, ambos estudiantes han trabajado con 2500 piezas que corresponden a dos períodos históricos diferentes: la época tardo-púnica y la época islámica.

El Ayuntamiento de Ibiza presenta los trabajos de los estudiantes beneficiados por las becas de Arqueología

«Ellos se forman empezando desde 0. El material llega aquí, hay que lavarlo, clasificarlo, se sigla y se busca información. Dentro de todo el lote han seleccionado unas piezas para que se dibuje, una práctica muy importante ya que te permite compararlo con otros materiales de otros lugares», finalizó Gurrea. En total, los dos estudiantes han trabajado durante 300 horas en el taller de Patrimonio del Ayuntamiento de Ibiza, ubicado en la calle Aubarca, donde se guardan materiales y objetos recuperados en las diversas excavaciones preventivas realizadas en el municipio.

Esta beca lleva desarrollándose más de 10 años con el objetivo de permitir el acceso al trabajo de campo a los jóvenes estudiantes y graduados de Arqueología. «En mi caso hice el grado de historia y por los estudio sque he hecho del master esta beca me ha venido genial ya que todo lo estudiado teóricamente aquí lo hemos tocado con nuestras manos y hemos visto esa capacidad tan rica que aportan los retos arqueológicos en la isla de Ibiza», explicó Josué Lorente. Tal y como señala Lorente, esta «primera toma de contacto» le abre puertas para plantearse su futuro y, tal vez, dedicarse al trabajo de laboratorio arqueológico.

Por su parte, Alejandro García ya estuvo trabajando dos años en el mismo laboratorio, pero gracias a esta beca también le ha ayudado a profesionalizarse en el sector. «Para mi ha sido muy sorprendente, especialmente el tema de la fauna, sobre cómo se vinculaba la sociedad con la fauna. Es una beca que recomiendo mucho, me ha ayudado a incluirme en otro tipo de arqueología en una ciudad muy rica como Ibiza, que es Patrimonio de la Humanidad», concluyó García.