El día del abrazo en P. Vara de Rey | Moisés Copa

Paola y Tuli aseguraron sentirse mejor y con más energía después de ser abrazadas, con los ojos vendados, por personas que no conocían de nada. Ambas, paseando por Vara de Rey, se toparon por sorpresa con esta iniciativa organizada por la Associació de Voluntaris d´Eivissa y el Ayuntamiento de Ibiza. El municipio se sumó así a la celebración del Día Internacional del Abrazo, una fecha que reivindica los efectos positivos de este simple acto.
«Es genial poder abrazar a alguien», comentó una de ellas. «Es una experiencia muy bonita porque te transmiten energía. Desde ahora voy a abrazar más», señaló la otra.
Los participantes en la iniciativa coincidieron también en la importancia de practicar este gesto que reduce la soledad, da alegría y fomenta la amistad, entre otros beneficios.
Desde la asociación explicaron que la idea surgió hace pocos días y de manera casual cuando dos de los voluntarios se abrazaron para despedirse y experimentaron «una gran sensación». Ambos descubrieron después que el 21 de enero se celebra el Día Internacional del Abrazo, así que se pusieron manos a la obra junto al Ayuntamiento de Vila para preparar la jornada. También la concejala de Voluntariado, Catiana Fuster, pudo experimentar los beneficios y sensaciones que generan los abrazos de personas desconocidas.
«Que se animen a participar porque, con las prisas del día a día, estamos perdiendo estos gestos», afirmó.
«Lo que queremos es potenciar la unión de las personas y los pequeños gestos de la vida que nos hacen bien, porque los beneficios del abrazo son infinitos», comentó también Marcella, una de las voluntarias.
Para los más reticentes por miedo a contagiarse de algún virus, los voluntarios incluso prepararon mascarillas que, al igual que las vendas, ofrecían mensajes tan motivadores como «Lo mejor del día es un abrazo».
El objetivo, según comentaron desde la asociación, es conmemorar a partir de ahora todos los años en Ibiza este día internacional.
Una actuación musical por parte de Bárbara Victoria, otra voluntaria, dinamizó la iniciativa en Vara de Rey.
Aunque no era obligatorio vendarse los ojos, Marcella explicó que sí era recomendable puesto que, cuando una persona mira a otra, le está juzgando de algún modo. «Con la venda no se puede juzgar al otro y simplemente se siente el abrazo», destacó.