Un momento de la iniciativa de este miércoles. | Irene Arango

El Ayuntamiento de Santa Eulària inició el taller ‘Connectant generacions’ en el que los mayores del municipio, ayudados por jóvenes estudiantes, aprenderán a usar los teléfonos inteligentes, también conocidos como smatrphones. Senda y Nerea fueron las dos monitoras encargadas de enseñarles a usar los controles de volumen, a hacer una videollamada e, incluso, poder buscar un viaje o un hotel desde su teléfono de forma independiente.

Se trata de una iniciativa que surgió desde el propio Club de Mayores de Santa Eulària, ya que en el taller de informática lo más demandado era el uso del teléfono móvil. Una actividad que se impulsó «sin pensar que iba a tener tanto éxito», explicó Margarita, su presidenta. A finales del año 2023 se creó la ‘Taula de majors’, donde el departamento de Bienestar Social una vez al mes se reúne con los cinco clubes del municipio para escucharles y proponer actividades. Una experiencia piloto que sorprendió por la gran acogida que tuvo, de tal manera que se han tenido que hacer dos grupos para acogerlos a todos los inscritos.

Unir generaciones

«Estamos en la era digital, las personas de cierta edad tienen muchos problemas, que sí tienen un teléfono y saben contestar las llamadas, pero tal vez tienen a sus familiares lejos y necesitan hacer una videollamada, usar el Whatsapp o utilizar la cámara. Fue un proyecto que nos pareció ilusionante y que podría aportar muchísimo», explicó la segunda teniente de alcalde de Santa Eulària, Toñi Picó.

Desde el Ayuntamiento de Santa Eulària pensaron que, además, era una buena oportunidad para hacer un intercambio intergeneracional que «podía aportarle mucho a los mayores, pero también a los jóvenes» y aseguran que de esta experiencia «van a surgir muchas cosas».

El taller será de ocho sesiones en las que las monitoras enseñarán los conceptos básicos y los alumnos de grado medio del IES Xarc, sentados cada uno junto a un adulto, les ayudarán en caso de que sea necesario. Además, muchas veces la intención de aprender a usar la tecnología surge de la intención de adaptarse al estilo de interacción de sus familiares más jóvenes. Es el caso de María Ferrer, de 73 años: «He venido para ver si puedo aprender un poco del teléfono y por lo menos hacer llamadas con mis nietos, que me encantaría y no tengo idea. De momento, mis nietos y mi familia viven aquí pero si se van fuera me gustaría poder hablar con ellos».

Para Aday, de 16 años y delegado de su clase, es muy positivo que sean ellos quienes puedan ayudar a los mayores. «A mi abuela le cuesta. Por ejemplo: una vez estábamos en casa y dijo que no le funcionaban las llamadas telefónicas. Le cogí el móvil y vi que lo tenía en modo avión. Entonces le expliqué: ‘Mira, abuela: si le das a este botón ya puedes recibir las llamadas y ella no se lo creía. Tuvo que llamar mi padre para que ella misma lo comprobara».