Los alumnos de Macabich y Balafia ponen a prueba sus satélites para la Competición CanSat | Maga López Arriazu

Los alumnos de cuarto de ESO los IES Isidor Macabich y Balàfia hicieron las pruebas y recogida de datos para elaboración del informe a presentar en la Competición CanSat 2024, realizada a nivel europeo.

El desafío CanSat es una iniciativa de la Agencia Espacial Europea (ESA) que desafía a estudiantes de toda Europa a construir y lanzar un mini satélite, o una simulación de un satélite real, del tamaño de una lata de refresco, llamado CanSat. Normalmente cuando el CanSat está listo, se introduce en un cohete, que llega hasta una altitud de aproximadamente un kilómetro donde se abre una puerta y libera estos pequeños satélites. Sin embargo, los alumnos de Ibiza este año optaron por hacerlo con globos de helio «porque se necesita menos permisos y presupuesto», siendo la mejor alternativa que los dos institutos encontraron.

Misiones y proceso

Los participantes tienen dos misiones, la primaria es común, averiguar la presión atmosférica y la temperatura, mientras que la secundaria la escoge cada grupo.

«Todos los equipos tienen los mismos objetivos: fabricar y diseñar su CanSat para medir la presión atmosférica y la temperatura. Gracias a la presión podemos hacer una estimación de la altura, cada segundo desde tierra tenemos que recoger los datos de nuestra sonda. Los satélites tienen que bajar a una velocidad de entre cinco y ocho metros por segundos, que es bastante rápido, y recoger estos datos», explicó Félix Roig, profesor de Tecnologías.

En este sentido el equipo Macabotes decidió «integrar un GPS con sensores ultravioletas para detectar esos rayos y con esos datos podríamos saber cómo puede afectar en la piel y si es peligroso para un humano o animales», explicó Hugo Tur, uno de sus integrantes.

Ivanna Arangüez, del grupo MACCAN explicó que su misión secundaria «es básicamente medir la humedad con un sensor y así ver si la vida es posible en el planeta basado en su nivel de humedad».

Han tenido que usar impresoras 3D, hacer programación y configurar sus páginas, conseguir los materiales e ir haciendo pruebas a cada paso. «Construir es lo menos que hacemos, estamos siempre en el ordenador programando casi todo el día porque hay muchos sensores que hay que conectar para que vayan bien y hacer muchas pruebas para asegurarnos el CanSat funciona como tiene que ser», aseguró la alumna Arangüez.

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Fases del concurso

Se trata de un proyecto que da la opción a las autonomías de realizar una competición regional, que el año pasado sí acogió la consellería de Educación de Baleares, o bien, presentarse por separado y que sea la oficina de Recursos Educativos de la Agencia Espacial Europea (ESERO Spain) quien elija a los representantes autonómicos. En este sentido, los alumnos envían sus informes con los datos recogidos en esta jornada para que la Agencia elija a diez finalistas de cada Comunidad Autónoma. Los elegidos, por videoconferencia explicarán sus proyectos y uno de ellos representará a las Islas Baleares en la final española que se celebrará en Granada. El equipo ganador representará a nuestro país en la competición europea.

Los centros IES Isidor Macabich y Balàfia han decidido unirse en esta jornada de recogida de datos porque «es un día lúdico y festivo para ellos» y quisieron brindarles esta «experiencia muy gratificante», ha explicado el profesor Roig.

Los grupos del Isidor Macabich son ‘MACCAN’, ‘Macat’, ‘Macabotes’ y ‘Eivissat’, mientras que los del instituto Balàfia son ‘Astroners’ y ‘ Space Mcqueen’

Patrocinio

Además, los propios alumnos han tenido que buscar a sus propios financiadores, que consiguieron escribiéndoles, explicándoles los proyectos y acercándoles sus informes, explicó Arangüez. Empresas como DC-10, Hermanos Parrot, Servicios Palau, la Asesoría Unidad y Náutica Baradero son algunas de las que han colaborado. Los alumnos con esa financiación ha podido solventar los gastos en material, camisetas con los logos, el trasnporte y los 300 euros que costó el helio.

«Esto al centro no le ha costado nada, incluso podrían haberse desplazado a Mallorca de haberse hecho regional», explicó uno de los profesores.