A primera hora del mediodía el área de la piscina del Invisa Hotel Ereo, en Santa Eulària des Riu, acogía a una veintena de personas mayores que disfrutaban jugando a los dardos, en su viaje insular programado por el Imserso. Pero ellos eran unos pocos, pues por las calles y playas aledañas a este paraje paseaban muchos más y otros tantos estaban de excursión recorriendo el resto de las Pitiüsas.

Casi todos los aventureros acuden en pareja, pero también los hay quienes se embarcan con otros familiares o amigos, sin duda es toda una experiencia para que este colectivo tenga la posibilidad de desarrollar actividades culturales y recreativas fuera de sus localidades. Llegaron desde diferentes pueblos de Madrid, Granada, Sevilla y Barcelona a este destino, que algunos eligieron y a otros les tocó «por suerte de lotería», como contó una de las afortunadas.

A quien le agradecen todo es Alessandro, su monitor de ocio, que «es un fiera», y les ha puesto a bailar salsa, bachata, vals e incluso reggaetón. «Si no estuviese Alessandro no había alegría», afirma Miguel, y Manolo, que ha ido a «muchos hoteles y es el mejor que he visto sin duda». Son todo elogios para este monitor que comparte con ellos varios momentos del día, pues han jugado a la petanca, a los dardos, al bingo e incluso por las noches a parte del baile, compiten en el Pasapalabra «que ganaron anoche los catalanes», aseguró María, porque juegan por grupos.

El clima no acompañó para zambullirse en la piscina, Juan Jesús dice que para eso «necesitamos muchas calores», pero han tenido todo un abanico de opciones recreativas para disfrutar en pareja y en grupo: «Nosotros estuvimos ayer en Formentera, llegamos al hotel nos dieron un papel de las excursiones que habían y ahí elegimos, en Formentera hemos hecho muchas cosas, nos han llevado unas playas muy bonitas de arena blanca, a un parque natural y muchas cosas». Ella le va contando a María lo que puede hacer allí, pues su compañera se embarcará mañana, ya que estos días aprovecharon para estar en Santa Eulària, Ibiza, Sant Antonio, Sant Carles, y «en de esto hippie, el mercadillo», como dice Antonio.

En lo que todos coinciden es que la fecha de este viaje es «muy pronto» ya que ven la isla como un destino para disfrutar de la playa, el sol y el movimiento. Un señor que viene de Sevilla llamado Manolo creía «que había más desmadre que el que hay» porque él ha «estado aquí en verano y en verano tela marinera, ahora está todo solitario». Juani opina que el mes de mayo estaría mejor: «Yo decía que no en pleno verano, pero si estuviera un poquito más animado ya sería otra cosa», sobre todo para poder disfrutar de «más tiendas abiertas». Por otro lado dicen que «lo que sí pueden hacer es un Pacha suavecito» para ellos, o un «chiringuito», porque ahora ven «todo desierto».

Mirando el lado positivo, pudieron ahorrar porque los aperitivos que se tomaron fueron en el hotel, que son más económicos, pero aún así llegan a «mil pesetas una copa, cuando en granada son dos euros con tapa», compara Miguel y Juani le secunda porque además «con dos cervezas cenas y todo allí».