El CEIP Buscatell organizó, como cada año, una exposición de arte realizada por los propios alumnos de la escuela, acompañada por el tradicional concurso de postres en Can Tixedó Art Café & Grill. Se trata de una actividad

Algunas de las obras de arte.
Fotos: Irene Arango.

La directora del colegio de Buscastell, Ana Hernández, explicó que «cada curso intentamos buscar un artista diferente. Este año hemos tenido la suerte de tener a Jesús de Miguel, un artista multidisciplinar conocido internacionalmente sobre todo por su obra pictórica». Hasta ahora los pequeños siempre habían realizado pinturas, pero este año los mayores trabajaron la escultura con escayola. «Ha sido algo nuevo tanto para nosotros, los profesores, como para los niños, pero ha resultado muy enriquecedor, creativo y muy divertido», añadió Ana Hernández.

Este colegio cuenta con 35 alumnos de entre 3 y 12 años que se han dividido en tres grupos para poder trabajar con el artista, que acudió durante dos jornadas escolares completas. Es una actividad integradora que a los niños le aporta «muchísima creatividad, visiones nuevas ya que nunca habían trabajado la escultura», apuntó la directora.

Uma, una alumna de 11 años, contó cómo fue el proceso: «Teníamos que hacer un boceto de plástico y después envolverlo con esparto para que cogiera la escayola mejor. Luego la llenábamos de escayola, se quedaba bien dura, algunas las lijábamos pero había otras que no y luego ya las pintábamos». Ella hizo un «pulpo-medusa medio raro», que para el cuerpo utilizó «el culo de una garrafa» y moldes de magdalena de plástico para hacer los tentáculos. Uma lo pintó de violeta porque «lo quería hacer abstracto».

Sophie, de la misma edad, realizó una escultura de un corazón: «Cogí unas maderas, las pegué con cinta e hice como un corazón. Después le empecé a poner mucho esparto y le puse la escayola. Al secar lo lijé mucho rato y después lo pinté de rosa y le puse muchas gotas».

Alle es un antiguo alumno que se emocionó mucho al ver las obras de sus antiguas compañeras de clase. Pepita Torres, concejala de Sant Antoni, también se acercó como cada año «para ver a los pequeños artistas que nos dan una lección de lo que es dejar fluir la imaginación», y disfrutar y apoyar como «vecina y participante de siempre y este año con el honor de ser la concejala de la zona».

Concurso de pasteles

Además, el colegio ha retomado una antigua costumbre del pueblo «para que no se pierda». Hace unos años dentro del programa de fiestas de Forada se celebraba un concurso de coca ibicenca dulces y saladas que dejó de celebrarse debido a la pandemia, y el colegio Buscatell decidió incorporarlo a su exposición. Cada familia preparó algún postre, tanto dulce como salado, y se colocó en una mesa común para su venta. Los trabajadores del propio bar fueron el jurado.

Además del apoyo de la cafetería para poder realizar el evento, los padres de los alumnos «siempre se vuelcan» y son los encargados de montar toda la exposición y de la venta, cuya recaudación va íntegra para el colegio.