Marga Boned, izquierda, en su puesto del Mercat Nou de Vila junto a Josep d’es Pou y Maria Prats, de Can Roig. | Toni Planells

Con la llegada de la primavera, el campo ibicenco comienza a dar sus frutos más demandados en el mercado.

«Son los primeros tomates ibicencos de la temporada», anuncia Marga Boned en su puesto del Mercat Nou de Vila mientras Maria Prats, de Can Roig, y Josep d’es Pou elegían los mejores ejemplares en su visita a Vila desde Sant Antoni. «A mi me gusta el tomate ibicenco para hacer gazpacho», asegura Josep mientras lamenta que «por motivos de salud no me dejan tomar gazpacho». «Eso sí, cuando no me ve mi mujer, en vez de un vaso me tomo dos», confiesa con humor y en voz baja el veterano portmanyí.

«Lo mejor es tomarlo en ensalada o, simplemente cortado con aceite y sal», opina Maria respecto al consumo del tomate del que su marido asegura que «el tomate ibicenco es tan bueno que yo me lo como directamente a bocados».

«También empezamos a tener patata ibicenca», comunica Marga, mientras mueve un saco de este tubérculo para acceder a unos cuantos ejemplares de col ibicenca para Antonia. «Voy a hacer un ‘bullit d’ossos’ para una buena manada, así que necesito bastantes», explica Antonia mientras Marga pesa el ‘par payés’ de coles.

Además de la patata, el tomate, a 2,80 euros el kilo en el puesto de Margarita Boned o la col, a 3,20, el campo ibicenco también está empezando a proveer al mercado de lechuga o coliflores «hasta que llegue el boom del verano», asegura Marga. «Ese boom acabará notándose en el agua irremediablemente», opina Boned respecto a las pocas lluvias de este invierno y a su repercusión en el campo, aunque asegura que «por el momento, los payeses todavía tienen agua suficiente para ir regando lo que tienen».