Un momento durante el curso. | Irene Arango

Cerca de 20 alumnos de FP de Grado Básico de Primero de Cocina del instituto Isidor Macabich de Vila han disfrutado este viernes de un curso para aprender a hacer el auténtico sofrit pagès de Ibiza, impartido por los responsables de cocina del Bar Es Cruce. El evento, que se celebró dentro de este centro, ha contado también con la presencia de algunos profesores que, junto a los jóvenes, han participado en la elaboración de este plato tradicional ibicenco. «Este taller de cocina forma parte de las jornadas gastronómicas. Durante este mañana tendremos esta presentación por parte del Bar Es Cruce y, además, la elaboración de un menú de ratllada», explicó el profesor Joan Tur, resaltando que en estas jornadas participan tanto los alumnos de este ciclo como los estudiantes que están en Restauración, que son cerca de 10 personas.

«El objetivo es que también puedan participar juntos en estos talleres. Estamos programando cuatro sesiones más, que se celebrarán dos viernes al mes», explicó. En este sentido, ha incidido en que, en estos cursos, los cocineros que imparten estas sesiones siempre utilizan productos Km 0. «Para la semana que viene se presentará la elaboración de un arroz a banda y un bullit de morena; todo con producto de aquí», subrayó, mientras explicaba que el FP de Grado Básico de Cocina del Instituto Isidor Macabich es un curso muy demandado. «Algunos sí vienen de Bachillerato, pero otros no. Lo más importante es que todos quieren aprender y salir preparados para el mercado laboral», precisó mientras agradecía la labor del Consell d’Eivissa a la hora de impulsar estas jornadas.

Plato emblemático

Cabe recordar que el Consell d’Eivissa, mediante el distintivo Sabors d’Eivissa, ha sido el encargado de organizar este curso con el objetivo de que estos alumnos conozcan más la gastronomía tradicional y explicar el secreto de la elaboración del plato más emblemático de la payesía como es el sofrit pagès. Muy cerca de Joan Tur estaba Eulalia, propietaria del Bar Es Cruce, quien apuntó que este plato es el que más elaboran en su establecimiento. «Siempre se hace en las celebraciones; incluso hemos llegado a hacer sofrit pagès para 300 personas», explicó Eulalia, recordando que cuando era pequeña sus padres cocinaban esta receta el dia de Nadal. «Siempre ha sido un plato especial, que se preparaba en fechas especiales, como en bodas o cumpleaños», apuntó. En esta misma línea, señaló la importancia de separar las carnes utilizadas durante la cocción. «Por un lado se hace el cordero y, por otro, el pollo. También tenemos el tradicional patató, la sobrassada y botifarró. Todo ello se junta en una picada, que es la esencia que aporta gusto al plato», destacó Eulalia mientras señalaba que para que el sabor no sea tan contundente, se le pone caldo de pollo, pero si se prefiere tener un aroma más fuerte se utiliza el caldo de cordero.

Desde la planificación del plato hasta la ejecución de la elaboración, los alumnos han visto la importancia de los ingredientes y la dedicación que hace falta para elaborar este plato tradicional ibicenco. En este sentido, una de las alumnas de este ciclo ha señalado que este jueves por la tarde estuvieron preparando la picada con los pimientos y los ajos. «Este viernes ya lo hemos fusionado todo, aunque es importante señalar que el pollo y el cordero no se pueden cocinar juntos porque de cada carne se saca un caldo diferente. Nosotros hemos utilizado el caldo de cordero para darle sabor, ya que este cordero no es amargo y nos sirve para potenciar el aroma», según apuntó. Asimismo, explicó que cuando todo está listo se mezclan los ingredientes en un rondón y se pone la picada.


Ingredientes

«Después ponemos las carnes, las patatas, los pimientos, la sobrassada y el botifarró, y se hierve durante cinco minutos», aseguró esta joven. Junto a ella estaba el alumno Óscar Costa, quien miraba atentamente la elaboración. Este joven, que es un apasionado de la cocina, ha subrayado que lo que hace diferente a este plato es la variedad de ingredientes que lleva. «Lo que más cuesta hacer es la carne porque tanto el pollo como el cordero tienen que estar en la olla un buen rato. Se cocinan por separado porque tienen una cocción diferente», insistió este estudiante, quien reconoció que llevaba tiempo ayudando a su padre en la elaboración de esta receta.

También apuntó que, durante el ciclo, además de realizar estas jornadas gastronómicas, también elaboran platos de otras culturas, ya que en este FP de Cocina hay varias personas que son de otros países. «Tenemos compañeros de otras nacionalidades como Senegal y Ecuador. Por eso hacemos recetas de otras regiones como empanadillas argentinas o platos de Colombia», destacó Óscar Costa mientras expresaba su satisfacción por este curso de sofrit pagès.