El espacio cultural Sa Nostra Sala inauguró este jueves la exposición ‘Cuina de Fang’. Una muestra que fusiona la tradición con la innovación de la cerámica, de la mano de Neus Riera y Laura Huguet.
La exposición estará abierta al público hasta el próximo 31 de mayo. Además, se llevarán a cabo dos talleres gratuitos el 18 de mayo, uno por la mañana de 11:00 a 13:30 horas y otro por la tarde de 16:00 a 18:30 horas, ambos en la misma sala. Los interesados en participar en los talleres deben inscribirse enviando un correo electrónico saladecultura@conselldeivissa.es, ya que las plazas son limitadas.

En la presentación de la muestra, Sara Ramon, consellera de Cultura, Educación y Patrimonio, destacó la importancia de este proyecto para promover y dar visibilidad al trabajo artístico y tradicional relacionado con la cerámica.

‘Cuina de Fang’ es un proyecto artístico y pedagógico nacido en 2018, cuyas responsables han convertido en una exposición dividida en cuatro espacios.

Homenaje a Annelisse Witt

El primero de ellos, como no podía ser de otra manera, rinde homenaje a la ceramista Annelisse Witt con dos de sus piezas acompañadas de un texto de la poeta ibicenca Eva Tur. Y es que el antiguo taller de la desaparecida ceramista y pedagoga del arte se ha convertido en el espacio que Riera y Huguet han convertido en el epicentro de su proyecto.
La comisaria de la exposición, Susana Cardona, habló del «nuevo enfoque y la nueva dimensión» que las artistas han dado al espacio del antiguo taller de Witt, «convirtiéndolo en un lugar de aprendizaje abierto tanto para niños como para adultos a la vez que un lugar en el que trabajar y experimentar».
Un taller que también se encuentra reproducido en la exposición de Sa Nostra Sala, acompañado de un vídeo del trabajo de ambas ceramistas firmado por Enrique Villalonga.
Los dos espacios restantes de la exposición los ocupan los trabajos que Riera y Huguet han preparado para esta exposición, ‘Desordre i simetria’ y ‘Harmonia i subtilesa’, respectivamente. Según las artistas, la cerámica no solo es una forma de expresión artística, «sino también una terapia». De esta manera animan a unirse a sus clases y talleres mientras defienden que «la cerámica es una disciplina que ha llegado para quedarse y enriquecer nuestras vidas con su belleza y su capacidad sanadora».

Neus Riera, ganadora de la última edición del Premio Vuit d’Agost, asegura que «la vena artística me viene de mi madre, que pinta y también hacía cerámica con Toniet», mientras explica que su pasión por esta disciplina nació «cuando acompañé a mi madre a una feria de cerámica contemporánea en la que me di cuenta de que la cerámica va más allá del valor utilitario al que estaba acostumbrada». «Cuando volví de la universidad lo primero que hice fue ir a aprender con Toniet», recuerda la artista, que define su obra como «muy ‘milenial’ y colorista, como yo misma». Respecto al discurso de su obra, Riera habla de que «me gusta la simetría, la dualidad y jugar con los conceptos de ganar y perder». De esta manera, la artista representa distintos juegos, desde un ‘Tres en raya’, «donde la partida está perdida y no sabes si vale la pena mover la última ficha», a un ‘cubo de Rubik’, cuyo título, ‘R’D’RD’, «es el algoritmo del último movimiento para completar la última arista», pasando por el Tetris o la obra ganadora del ‘Vuit d’agost’ formada por un montón de clips de colores.

El color
Técnicamente, Riera subraya el uso del color, «estamos acostumbrados al blanco y negro clásicos y a mí me gusta ir evolucionando hacia el color». «Lo que más me llama es la alquimia», explica la artista para hablar del uso que le da a los esmaltes, «que uso también para fundir las piezas unas con otras en el horno».


Respecto al trabajo de Huguet, ‘Harmonia i subtilesa’, la artista reconoce con humor que «podría haberse llamado ‘Es-Part». Huguet se refiere, por una parte, a la combinación entre cerámica y esparto de la que se compone su propuesta. Por otro lado, la artista argumenta el título alternativo de su exposición a la fuente de inspiración de la misma, «fruto de la experiencia vital que supusieron las emociones de tener un embarazo delicado durante la pandemia y tras haber tenido un aborto». «Todo ese tiempo que tenía que estar en reposo la cabeza se me iba pensando en tocar el barro y en lo que haría», explica la ceramista, que reconoce que «no ha sido hasta ahora, que mi hijo ya ha crecido un poco, cuando me he podido poner a materializarlo».

De esta manera, en sus piezas, Huguet juega con la planta, «que simboliza la vida» y la cerámica. Una de las obras, compuesta por tres piezas del blanco que caracteriza la obra de la artista, Huguet cose con esparto una de ellas mientras la planta brota en otra y florece en la tercera, «representando las etapas de inseguridad durante el embarazo».

En otra de ellas la artista, que también es educadora, invita a participar al público «para representar cómo afectan las interacciones entre las personas».