Una imagen del concierto. | Toni Planells

Sa Punta des Molí y la sala Walter Benjamin han sido, un año más, el escenario de la celebración, y ya van cuatro, del festival Contrast Ibiza. Para esta edición, el director del festival, David Riu, ha querido contar con quien ya se está convirtiendo en un clásico de este festival, Marky Ramone, y del mítico fotógrafo neoyorquino Bob Gruen.

Exposición
Como punto de partida, la sala Walter Benjamin acogió la primera exposición en España del mítico fotógrafo del Rock&Roll Bob Gruen. Así, en las paredes de la sala portmanyina se convirtieron en el punto de reunión de verdaderas leyendas del rock, desde John Lenon a David Bowie, pasando por Bob Marley o el mismísimo Salvador Dalí junto a Alice Cooper.

Tampoco faltan instatáneas espontáneas y distendidas entre leyendas como Tina Turner y David Bowie jugueteando con una botella de champán ante la pícara mirada de Keith Richards.

El autor de esta fotografía en la que Turner y Bowie intentan beber al mismo tiempo de la misma botella observaba que «en la imagen puede notarse la preocupación del siempre elegante Bowie por no mancharse la ropa».

Como no podía ser de otra manera, la muestra también cuenta con fotografías de las primeras bandas de punk en su nacimiento en los años 70. Sex Pistols, en una fotografía en la que Johnny Rotten y Sid Vicious bromean, los New York Dolls o los Ramones entre ellos.

Precisamente uno de los protagonistas de algunas de las fotografías de Gruen, Marky Ramone, fue también protagonista de la vertiente musical del Contrast Ibiza.

Concierto
De esta manera, el último superviviente de la mítica banda neoyorquina, armado con sus baquetas, se hizo con la batería para repasar buena parte del repertorio de su banda.

Una banda en la que Pela adoptó el papel de Joey Ramone como vocalista y Marcelo Gallo y Martín Sauán como guitarrista y bajista evocando la energía y vitalidad de Johnny y Dee Dee Ramone respectivamente.

Una energía que inundó el espacio de Sa Punta des Molí a base, más que de canciones, de bloque de temas que la banda fue enlazando sin descanso.

Fueron cientos las personas que, bailando, saltando y celebrando más de un ‘pogo’, no quisieron perderse la celebración de las bodas de oro de la mítica banda y del punk de la mano del festival Contrast Ibiza. Una afluencia de público, que abarcaba hasta tres generaciones de fans de los Ramones, que afianza el festival en Ibiza y deja el listón alto para las próximas ediciones.

Fin de fiesta
Contrast Ibiza también tuvo su nota local con el apoteósico fin de fiesta que la dj ibicenca Lost Angeles ofreció en el escenario tras los platos.

Una sesión que consiguió mantener el altísimo voltaje que Marky Ramone y su banda descargaron en una Punta des Molí, donde no cabía ni un alfiler demostrando que, a sus 50 años, todavía le queda una larga vida al punk. Hey ho! Lets go!