La población aún desciende en dieciséis municipios de Balears a pesar de que la mejora de la economía ha traído consigo un aumento de la población residente en toda la Comunitat. Los municipios que rompen esa tendencia general son Ariany, Banyalbufar, Búger, Bunyola, Calvià, Capdepera, Fornalutx, Montuïri, Pollença, Puigpunyent, Ses Salines y Valldemossa, entre otros, según los datos oficiales del padrón de población publicados la semana pasada por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

El nuevo padrón oficial señala que, a 1 de enero de 2017 –la última fecha de la que hay cifras oficiales–, un total de 1.115.999 ciudadanos estaban empadronados en algún municipio de Balears. Son 8.779 más que en 2016 y este incremento supone, de hecho, la consolidación de una tendencia que comenzó hace tres años.

Balears ha sufrido un crecimiento constante de población en los últimos 20 años. En 1996 vivían en las Islas 760.379 habitantes y esa cifra llegó a ser de 1.119.439 habitantes en 2012. Eso significa que en menos de 20 años, la población de las Islas ha aumentado un 47 por ciento, una cifra absolutamente desproporcionada si se compara con cualquier otra comunidad autónoma.

Es la economía

Este crecimiento disparado tiene mucho que ver con la situación económica. La fortaleza de la economía de Balears atrajo durante años a un ingente número de inmigrantes en busca de un trabajo que no encontraban en otros lugares de la península o en sus propios países. El año 2012 marcó la punta más alta de población de las Islas, pero la crisis económica trajo consigo la vuelta de algunos de esos inmigrantes a sus países de origen y, en consecuencia, un descenso en la población de las Islas.

Durante los años 2013 y 2014 las cifras del padrón reflejan ese descenso, pero en 2015 comenzó de nuevo el incremento de población hasta la fecha definitiva que marca el 1 de enero de 2017. En cualquier caso, es importante destacar que en las Islas aún viven menos habitantes que en el año 2012.

El comportamiento demográfico presenta enormes diferencias según qué Isla se analice. El desarrollo demográfico de Formentera merece ser analizado en profundidad ya que, en solo diez años, su población ha aumentado un 45 por ciento. Allí viven ahora 12.280 habitantes, casi 4.000 más que en 2007. Ibiza ha sufrido un fenómeno parecido, aunque no tan acusado: tiene un total de 143.856 habitantes, un 22 por ciento más que hace dos años.

El caso menorquín

La realidad es muy diferente en el caso de Menorca, que sufre un proceso de estancamiento demográfico a diferencia de lo que sucede en el resto de las Islas. De hecho, el padrón oficial del 1 de enero de 2017 certifica un descenso de 431 personas con respecto al de 2016 y un aumento de apenas 935 habitantes en diez años. Este comportamiento demográfico de Menorca ha provocado un aumento notable de la distancia poblacional con Eivissa. Ambas islas tenían una población muy similar en los orígenes políticos de la Comunitat Autònoma; 35 años después, Eivissa tiene casi un 60 por ciento más de habitantes que Menorca.

Mallorca es la Isla que presenta un comportamiento más regular, con 868.693 habitantes, un siete por ciento más que hace diez años, según los datos oficiales del INE.