Imagen actual del faro de es Cap de Barbaria de Formentera.

El concurso público que inició el Consell de Formentera el pasado mes de marzo para gestionar el acceso al faro de es Cap de Barbaria sólo recibió una oferta, según ha podido saber este periódico. La máxima institución insular sacó a licitación y exposición las cláusulas para la adjudicación del contrato de acceso a sa Tanca d’Allà Dins (la finca donde se ubica el faro) el pasado 2 de marzo. El presupuesto de licitación anual establecía un canon de 3.000 euros al alza y entre los criterios de adjudicación se establece la oferta económicamente más ventajosa, además de criterios ambientales. El pliego de condiciones técnicas para la explotación de las instalaciones de esta finca establece un periodo de explotación del 1 de mayo al 31 de octubre incluidos, un servicio de alquiler de mínimo 50 bicicletas, una caseta quiosco para venta de comida y bebidas, 70 plazas de aparcamiento para automóviles, tres zonas de descanso para la instalación de mesas y sillas de madera y sombrillas, cuatro módulos de baño para el público y otros dos para el personal, entre otros aspectos.

Debido a la falta de consenso en el propio equipo de gobierno y al rechazo de los grupos de la oposición y de muchos vecinos, el equipo de gobierno del Consell de Formentera hizo público el martes que no externalizará este verano la regulación del acceso a este faro y que se controlará el acceso con recursos y medios propios, es decir, que se volverá a instalar la barrera que limita el acceso que ya hubo como experiencia piloto el año pasado. Queda por ver, según explicó la máxima institución insular de la pitiusa menor, «el periodo y los horarios de cierre del acceso al faro para este verano».

El GEN explicó ayer que se muestran partidarios de limitar el acceso a la zona, pero únicamente con la barrera de acceso, «sin infraestructuras», aseguró Joan Carles Palerm, presidente de este grupo ecologista, quien insistió en que son partidarios de controlar el acceso, «pero sólo con la barrera». «En Menorca, por ejemplo, tienes que aparcar el coche y caminar para llegar a algunas playas», destacó Palerm. El máximo representante de este grupo ecologista recordó que esta zona de Formentera recibe ya de por sí mucha presión turística ya que es muy conocida y señaló que, generalmente, «todo lo que va acompañado de infraestructura suele conllevar más presencia turística» en referencia a la posible instalación de mesas, sillas, parasoles y un chiringuito de bebida y comida y un servicio de alquiler de bicicletas en el acceso al faro.

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LA NOTA

500 personas al día en julio y agosto

El pliego de condiciones técnicas que publicó el Consell de Formentera en su web a principios del mes pasado reflejaba un cómputo de datos relacionados con los ingresos en base a las visitas. En este sentido, en los meses de mayo y octubre se registraron 120 visitantes diarios, cifra que se incrementó a los 250 por día en junio y septiembre y hasta las 500 personas por día en julio y agosto. En base a esto, el Consell de Formentera calculaba que el porcentaje de alquiler de bicis sería del 20% y preveía unos ingresos por estos alquileres de 22.764 euros (el alquiler por bici será de tres euros). También estimaban que «solamente el 20% de los visitantes consumirá productos en el quiosco de servicios. La consumición media se estimaba en 10 euros (una bebida y un bocadillo)».