La presidenta del Consell de Formentera, Alejandra Ferrer. | A.C.

Alejandra Ferrer (Alemania, 1977), siguió los pasos de su padre, Bartolo Ferrer, que fue secretario general del PSOE de Formentera, alcalde del mismo municipio y diputado autonómico, y tras un tiempo inmersa en la promoción turística, aceptó propuesta de Gent per Formentera. Durante dos legislaturas fue consellera y en esta ha dado el paso al frente para ser la primera mujer presidenta del Consell Insular, cargo que compartirá, a finales de legislatura, con la socialista Ana Juan.

—Los últimos meses hemos vivido una autentica locura, con situaciones muy inciertas y muchos cambios. Aún así durante todo ese tiempo usted se ha mostrado en todo momento optimista con respecto a la temporada turística. ¿Sigue pensando lo mismo?
—Partiendo de que estamos saliendo de una pandemia, pienso que cualquier temporada que tengamos sin incidentes y con un mínimo de ocupación será excepcional. Notamos a la gente muy animada, en las últimas semanas están entrando muchísimas reservas a partir del mes de julio y también para septiembre y octubre, con lo cual es posible que el final de temporada acabe siendo algo mejor que en años anteriores. En ese sentido el sector empresarial, desde el primer minuto ha mostrado su voluntad de abrir en cuanto fuese posible y ofrecer el destino de calidad de siempre a los que quieran visitarnos.

—Formentera ha sido un territorio con baja incidencia de afectados por el virus (sólo nueve casos acumulados). ¿Cree usted que ese es un atractivo más para los visitantes de este verano?
—El hecho de ser de los primeros en pasar a la fase 1 nos permitió una promoción turística sensacional a nivel internacional. Por otra parte nuestra composición territorial con 70 kilómetros de costa y mucho espacio rural, permite al visitante moverse sin aglomeraciones, algo que creo que para mucha gente es importante este año.

—Empezamos a ver luz al final del túnel, pero han sido meses muy difíciles. ¿Qué ha aprendido Alejandra Ferrer de esta situación?
—Creo que todos hemos aprendido que somos mucho más frágiles de lo que pensábamos. Y no hablo solo de la fragilidad individual, Formentera tiene una dependencia económica absoluta del turismo como ya sabíamos, pero que en este inicio de temporada a venido a golpear a muchas familias que lo están pasando muy mal. Hemos de aprender que la parte económica y social de la isla ha quedado muy evidenciada y mucha gente que se encuentra en una situación muy vulnerable, no era consciente de esa vulnerabilidad. Que llegue Marzo y no empiece la maquinaria a funcionar, era algo que no contemplábamos y ha pasado.

—En ese sentido, hemos visto como la labor humanitaria de “Formenterers Solidaris” se ha visto desbordada para atender centenares de casos de necesidad alimentaria. Personalmente, me ha impresionado la capacidad de respuesta de la ONG, la de la institución que ha multiplicado por diez la ayuda y la de la propia sociedad de Formentera.
—En Formentera todos somos muy nuestros y nuestra propia forma de vivir, muchos en diseminado, hace que puedas meses sin cruzarte con alguien. Pero ha sido emocionante ver como una vez más, la gente de la isla se ha unido frente a la adversidad en una sola voz y como la ciudadanía ha gestionado la solidaridad. Por eso me gustaría hacer un llamamiento para decir que este no es un verano para ganar dinero. Es un verano para garantizar que podamos llegar al 2021 en buenas condiciones.

—Siempre se dice que las crisis son también oportunidades. ¿Cree usted que es el caso de Formentera, tenemos una nueva oportunidad?
—Hemos podido ver lo rápido que se recupera la naturaleza cuando no intervenimos y el daño que le hace el humano. Hemos paralizado nuestro mundo durante 3 meses y el mundo natural ha revivido de una manera formidable. Igual deberían confinarnos un par de meses cada año. Las playas de Formentera están ahora mismo como hace 30 años que no las veíamos. Es una lección que deberíamos aprender y tomar el camino hacia sostenibilidad real. La naturaleza nos ha hablado.

—Presidenta, vamos a retroceder un año en el tiempo. Nos encontramos con unos resultados electorales sorprendentes en el Consell de Formentera. Gent X Formentera, el partido que usted lidera perdió la mayoría absoluta en la institución y buena parte de los votantes les dan la espalda. Esta situación les obliga a emprender unas negociaciones con el partido socialista para formar el gobierno actual. ¿Fueron días de mucha tensión?
—Hasta el 15 de junio día en el que se constituyó el gobierno, hubieron momentos muy difíciles y de mucha tensión, pero una vez cerrados los acuerdos todos nos sumergimos en nuestras áreas y encontrar la manera de trabajar lo mejor posible conjuntamente. Además en Formentera no se puede hacer de otra forma, la configuración del territorio hace que cualquier acción en una área, tenga repercusión en otra, con lo cual hemos de trabajar codo con codo. Todo el equipo de gobierno mantenemos entre 3 y 4 reuniones semanales para coordinarnos y que sea el trabajo de una sola institución.

—Un año después, ¿se llevan ustedes mejor con los socialistas de lo que pensaban?
—Pues sinceramente todo es muy cordial, trabajamos como un equipo de gobierno y cerramos los asuntos conjuntamente antes de que vayan a un plenario o a una comisión de gobierno. En temas de sostenibilidad y temas sociales coincidimos en muchas cosas entre los dos partidos.

—¿Como le ha sentado a su partido la perdida de la mayoría absoluta?
—Pues hoy en día tener una mayoría absoluta en cualquier gobierno es algo impensable y pactar con el partido socialista era algo que contemplábamos como una de las posibilidades que se podían abrir después de las elecciones.

—Durante este año, ¿su partido ha tenido tiempo para la autocrítica?
—Por supuesto y mucha. Durante la mayoría absoluta llevamos adelante muchos proyectos muy importantes y de infraestructuras vitales para Formentera y seguramente en ese camino dejamos de escuchar a la oposición.

—Hemos viajado un año al pasado, le pido ahora que viajemos un año al futuro. ¿Cómo imagina Formentera?
—De entrada con la esperanza de una vacuna que pueda resolver esta parte sanitaria, nos queda mucho trabajo en lo que le comentaba antes, la parte social y solidaria para un invierno que va a ser duro. También estamos trabajando en asuntos de promoción turística de manera inmediata para nuestros mercados habituales, pero que realmente también nos tienen pensando en 2021. Las actividades que estaban programadas para mayo, se han trasladado al mes de octubre, con la esperanza de poder alargar un poco más la temporada. Deseamos que el año que viene sea mucho más normal, aunque estamos preparados y con mayor experiencia por si fuese necesario tener que volver a aislarnos y tomar todas las medidas que sean necesarias.

—Se han centrado ustedes en los últimos meses en lo urgente y va llegando el momento de volver a centrarse en lo importante. ¿Cuales son los retos que le quedan por delante a esta legislatura?
—Temas como la implementación del formentera.eco, la barca de las 6 y de las 22 horas que debemos retomar en cuanto sea posible, la reducción de las frecuencias marítimas con Ibiza en un 30 %. Queda también acabar de desarrollar los diferentes planes en materia de sostenibilidad, de juventud, de residuos y dos muy importantes, por una parte el proyecto de s’estany des peix y ahora que se ha aprobado el nuevo plan de gestión del parque natural, regular definitivamente los fondeos