Turistas haciendo cola para alquilar un coche en Formentera. | TONI RUIZ

El Consell Balear de Transportes aprobó la semana pasada una nueva línea de ayudas directas «para compensar las pérdidas que la crisis sanitaria está provocando en los sectores más directamente vinculados con la actividad turística, como el del transporte discrecional.

El conseller balear de movilidad, Josep Marí Agustinet y su homólogo en el Consell de Formentera, Rafael González, acordaron una ayuda a estos sectores de 34.794 euros, que será pagada por ambas administraciones.

La ayuda es a todas luces muy pobre para uno de los ramos más castigados, pero resulta mucho peor cuando se pormenoriza. A las 42 empresas de alquiler de vehículos, se les asigna un total de 2.634 euros, lo que una vez dividido toca a 62 euros por entidad. A juicio del delegado de la Agrupación de Alquiler de Vehículos de Baleares (AEVAB); Javier Verdera, «esta ayuda es una vergüenza, nuestro sector es ninguneado continuamente por la administración y parece más bien que se rían de nosotros. Habría sido mejor que no hubiesen aprobado ninguna y se hubiesen ahorrado el ridículo». Para Verdera, «lo único que persigue esta línea de ayudas es conseguir titulares en prensa, pero a nivel efectivo, no tiene ninguna repercusión».

El gremio del taxi, por su parte, recibirá 6.456 euros, lo que supondrá unos 200 euros por unidad. Muchos de los profesionales del taxi han manifestado que esta ayuda resulta muy pobre y que no soluciona ni una pequeña parte del problema que lleva viviendo desde el inicio de la pandemia.

El transporte de mercancías repartirá 5.334 euros entre las empresas del ramo del transporte de mercancías.

Las dos empresas de autobuses discrecionales se repartirán los 20.370 euros que prevé la línea aprobada. Aunque parecen ser los más beneficiados, el propietario de Autocares Paya, Joan Costa, manifiesta que «estas ayudas las han cuantificado muy bajas. Yo me hubiera sentido más apoyado, si en lugar de asignar directamente esta cantidad, nos hubiesen preguntado, cúal es el déficit que estamos soportando. Debemos tener en cuenta que no trabajamos desde hace un año y esto es inviable económicamente».

Preguntado sobre la baja cuantía de las ayudas previstas, el conseller insular, Rafael González, manifiesta que «es difícil solucionar todos los problemas económicos que se están sufriendo en esta crisis. El objetivo de estas ayudas es que las empresas puedan subsistir hasta que puedan volver a ofrecer sus servicios».