Llorenç Córdoba en una imagen tomada hace dos semanas en el Parlament horas antes de plantear un órdago a Prohens. | Pere Bota

Llorenç Córdoba se resiste a dejar el cargo de presidente del Consell de Formentera pese a no tener ya el apoyo de los dos partidos que conforman Sa Unió, Partido Popular y Compromís. El todavía presidente de la institución formenterense se reunió ayer durante nueve horas con todos los miembros de su gobierno y dejó claro que no piensa dimitir tras confirmar lo adelantado por este medio sobre la falta de apoyos en el propio gobierno después de haber amenazado a la presidenta el Govern, Marga Prohens.

Aunque se desconocen detalles de la reunión adelantada por este medio, sí ha trascendido que Córdoba se enrocó, que no quiere hacer ningún movimiento después de haber planteado un órdago a la presidenta Prohens sin consultar con sus socios. El presidente del Consell de Formentra sabe perfectamente que no tiene el apoyo de sus propios consellers y que será muy complicado poder seguir en el cargo lo que resta de legislatura, pero de momento no dimite. Tampoco parece viable plantearle una moción de censura ya que los consellers de Sa Unió no suman los votos necesarios para tumbar a Córdoba. Por ello la opción más razonable es que sea el propio presidente del Consell el que renuncie al cargo y que abandone la institución para que entre el siguiente en la lista.

Un escenario que se puede plantear en los próximos días es que Llorenç Córdoba acepte dimitir como presidente del Consell y, en cambio, mantenga su escaño en el Parlament. Esta posibilidad no preocupa a la coalición de centroderecha, ni tampoco a la dirección regional del PP, ya que el voto de Córdoba no es decisivo para garantizar la estabilidad en el Parlament, a diferencia de lo que ocurre con Vox.

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La versión de Córdoba

Llorenç Córdoba, por su parte, ha asegurado tras la reunión, en declaraciones a Periódico de Ibiza y Formentera, que cuenta «con el apoyo de los consellers y de la calle». «Yo siento», ha afirmado el presidente del Consell de Formentera, «que tengo el apoyo de mis consellers, en los que sigo confiando, y el de los ciudadanos, que son los que me han elegido». Córdoba ha insistido en que su actuación esta semana obedece única y exclusivamente a «la defensa de los intereses de Formentera» y, en este sentido, ha indicado que, en su opinión, el Govern de Marga Prohens «estaba muy interesado en la isla antes de la investidura» y que, tras votar él como diputado autonómico a favor de la hoy presidenta, «ya no parece tener tanto interés».

Llorenç Córdoba ha explicado, por otro lado, que si no informó de sus intenciones al PP de Formentera no fue por falta de confianza en José Alcaraz, sino para «no ponerle en un compromiso». «Si yo le hubiera explicado lo que pensaba hacer», ha dicho, «el PP de Formentera hubiera tenido que informar al de Baleares y eso desarmaba mi estrategia como presidente. Y, si no hubiera informado al PP de Baleares, entonces el problema lo tendría el PP de Formentera».

El presidente insular también ha señalado que, al ser independiente, él no está sometido a la disciplina de ningún partido y que puede actuar libremente «pero siempre por el interés de Formentera». Así, ha señalado, Córdoba considera que, como máximo responsable de la institución insular, debe tener la libertad necesaria para dirigirse al Govern sin tener que informar previamente de ello a los partidos que conforman Sa Unió, el PP y Compromís, ni a sus consellers.

En cuanto a los motivos por los que tomó la decisión de anunciar que su apoyo a Prohens en el Parlament no está garantizado, Córdoba ha explicado que el acuerdo que firmó con el PP balear a cambio de su voto a la hoy presidenta no se está cumpliendo al ritmo pactado. En este sentido, ha desatacado el punto relativo a la solución al problema de los deslindes en Formentera.