Córdoba atendió a los medios de comunicación una vez terminado el pleno de presupuestos. | Moisés Copa

Llorenç Córdoba entierra el hacha de guerra. Tras la aprobación ayer de los presupuestos del Consell de Formentera para el próximo año, el presidente de la institución señaló a preguntas de los medios de comunicación que ya no cree que los vicepresidentes Verónica Castelló y José Manuel Alcaraz, a quienes acusó de ser los culpables de la crisis institucional en la que está inmersa el Consell desde hace casi un mes, deban dimitir. «He tenido tiempo para pensar e igual no es la mejor opción. Si yo no doy el brazo a torcer y ellos tampoco, será insalvable (la situación). Es un problema interno y lo tenemos que arreglar», apuntó Córdoba.

El presidente formenterés, insistió en que «igual todos tendremos que dar un paso atrás por el bien de la institución y de la isla. Creo que se puede arreglar».

Sin embargo, minutos antes el portavoz de Sa Unió, Óscar Portas, descartó por completo esta posibilidad. «Nos mantenemos en la misma postura que dijimos hace días. Esto no es salvable», apuntó en relación a que continúan reclamando la renuncia de Córdoba.

El también diputado por Formentera piropeó a los dos vicepresidentes a los que hace tan solo diez días intentó defenestrar. «Tanto Alcaraz como Castelló han hecho un muy buen trabajo y, seguramente, para Formentera y para todos lo mejor es que siguieran haciendo su trabajo». Córdoba justificó su cambio de postura en que «por delante de todo está el interés del Consell y lo que ha votado la gente, y si la gente votó a una lista de 27 personas creo que nadie deberíamos pedir la dimisión de nadie sin motivo real. En su momento lo pedí (las dimisiones) y no se hizo, pues ahora rectifico y en la situación actual yo no pido la dimisión. Todo lo contrario, pediría que siguiésemos trabajando todos juntos para tirar para adelante el programa electoral y el proyecto de Sa Unió».

Córdoba señaló que la crisis procede de un problema interno de Sa Unió «que hemos provocado nosotros y debemos arreglar nosotros. Tenemos que aclarar y luego explicarlo a la gente, además no han pasado nada grave, no ha habido ninguna ilegalidad».

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Arrepentimiento

Córdoba continuó recogiendo cable y ayer admitió que se arrepentía de haber enviado el críptico mensaje en el que dejaba en el aire su apoyo incondicional al Govern de Prohens. «Me arrepiento por la situación que se ha creado, no esperaba que se llegara a esta situación. Ahora enviaría otro mensaje, pero no me arrepiento de luchar por los intereses de Formentera», señaló.

El presidente del Consell de Formentera justificó su acción apuntando que «era una situación bastante complicada, con un PP negociando con Vox y que se había olvidado un poco de nuestra importancia o de los intereses de Formentera». Para Córdoba, «se tenía que dar un toque de atención». En este sentido, no obstante, admitió que «se podría haber hecho de forma interna».

Córdoba no desaprovechó la ocasión para matar al mensajero: «Hay medios que han querido exagerarlo, sacar provecho de esta situación. Se han dicho mentiras y no ha ayudado nada en que se arreglara (la situación); hay gente que cree más a los medios que a la realidad. Espero que se pueda arreglar y no se pongan más piedras en el camino».

«Malentendido»

El presidente del Consell de Formentera aseguró que la crisis se ha debido «a un malentendido muy evidente que no entiendo cómo no hemos conseguido solucionar. Se ha ido viendo que las acusaciones de deslealtad se han ido desmontando con los hechos». Y abogó por «estar centrados. Se ha hecho mucho trabajo y espero seguir haciéndolo».

En cuanto al conflicto con el Govern, Córdoba señaló no tener «ningún problema» e insistió en que «en ningún caso he dicho que fuera a retirar el apoyo al Govern. Al final se ha aprobado (el presupuesto del Govern) y no ha habido ningún problema». Sobre las declaraciones de Antoni Costa en las que confirmó que Córdoba había reclamado un sobresueldo, el presidente del Consell de Formentera apuntó ayer que «quizá recibió mal una información. Lo que hay que hacer es aclarar las acusaciones».

Córdoba también explicó que «nunca he pedido un sobresueldo», sino que se le compensara por tener que entregar al PP la asignación que el Parlament otorga a los grupos parlamentarios por sus gastos. «A mí me llegan 55.000 euros a final de año, que no es poco. Nunca me he quejado de mi sueldo. Lo que no veo correcto es que si hay una asignación para los gastos de los diputados lo tenga que poner de mi bolsillo», sentenció.c