Óscar Portas, en el centro de la imagen. | Moisés Copa

La expulsión de Llorenç Córdoba de Sa Unió abre un nuevo escenario en el Consell Insular de Formentera que, a la vez, afecta también al Parlament balear. Y es, con la salida del aún presidente insular de la coalición, esta queda sin representación en el Parlament y, por lo tanto, será Córdoba el que gestione el acuerdo alcanzado entre Sa Unió y el PP balear para la investidura de Marga Prohens como presidenta autonómica. Algo que podrá hacer sin tener que dar cuenta a sus ya excompañeros de grupo. «Es una situación difícil de entender pero esa es la realidad ahora mismo», ha señalado al respecto el portavoz de Sa Unió y conseller insular Óscar Portas.

La situación de Prohens no es precisamente fácil pues el Govern está sometido a Vox, cuyos diputados son los que tienen en sus manos la legislatura. Si ellos fallan, al PP balear solo le queda el apoyo de Córdoba. Y este, ahora mismo, sin ningún vínculo con Sa Unió, puede decidir dejar de respaldar a Prohens sin tener que dar explicaciones. Un galimatías en el que se entrecruzan los intereses de unos y otros y del que, de momento, la principal damnificada es Sa Unió, que desaparece de la Cámara autonómica y enfrenta un gobierno en minoría en el Consell formenterés. Gobierno que depende también de Córdoba, que ha pasado a ser conseller no adscrito aunque mantiene en sus manos la presidencia y las conselleries de Sector Primario y Litoral.

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«La situación es surrealista», ha admitido Portas en declaraciones a Periódico de Ibiza y Formentera, «ya lo dijimos desde el principio de la crisis, pero Llorenç Córdoba no acaba de entender que, si es presidente, es porque se presentó a las elecciones como candidato de Sa Unió y fueron nuestros ocho consellers los que votaron a su favor. Ahora ya no tiene el apoyo de la totalidad de su equipo así que su postura, mantenerse en el cargo, no tiene sentido». Portas ha vuelto a descartar la posibilidad de que los representantes de Sa Unió en el Consell formenterés presenten la dimisión por «una cuestión de responsabilidad». Y ha lamentado que la actual ley, además, no permite que en esta institución puedan presentar una cuestión de confianza, por lo que, ahora mismo, la coalición solo puede esperar a que Córdoba «entre en razón y dimita».

Córdoba, por otro lado, no tendrá ya que repartirse con Sa Unió los 2.700 euros mensuales que el Parlament entregaba a este grupo para su funcionamiento. Un dinero que el mismo Córdoba explicó que está en una cuenta bancaria a la espera de que Sa Unió entendiera que no es para los partidos que integran la coalición, PP y Compromís, sino para los gastos que le supone al diputado ejercer esta labor de representación en Palma. En este sentido, Portas ha explicado que Sa Unió no ha recibido ningún mes este dinero y que, a partir de ahora, «será todo para Córdoba, que podrá decidir que hace con esos 2.700 euros mensuales». «En el Parlament», ha añadido el portavoz de la coalición, «irá por libre y será el único responsable de sus decisiones a partir de ahora». «Todo es un sinsentido que tendrá que acabar en algún momento», ha concluido Óscar Portas.