Imagen de s'Estany des Peix, en Formentera.

El informe encargado por el departamento de Litoral del Consell de Formentera sobre s’Estany des Peix recoge, entre otras deficiencias, que 30 puntos de fondeo de los 207 puntos de amarre en boya existentes en este espacio «están en mal estado debido al anclaje». Así lo ha informado la institución insular en una nota de prensa en la que, además, ha señalado que el mismo informe indica que se han detectado importantes deficiencias en los pantalanes, que «carecen de elementos de seguridad tales como escaleras de acceso en caso de caída al mar, luces, aros salvavidas, extintores y botiquines».

Sobre la situación de los pantalanes, el informe señala que «siendo una instalación utilizada por gente mayor», los técnicos consideran que «es muy necesario instalar escaleras en varios puntos para poder acceder a la superficie en caso de caída al mar». Además, «se pueden instalar torretas de aluminio equipadas con extintores, aros salvavidas con cabos, botiquín de primeros auxilios y hasta un desfibrilador automático», así como «algún punto de luz con sistema de placas solares y célula fotoeléctrica que ilumine la estructura en algunos puntos».

En general, el informe encargado por la conselleria que dirige el presidente Llorenç Córdoba pone de manifiesto «la baja calidad, los elementos inapropiados y la seguridad» como «principales problemas de los amarres ecológicos y pantalanes de s’Estany des Peix». Y plantea medidas como «el fuerzas de anclajes de los fondeos en arena con otros de mejor calidad, el cambio de los tacos químicos actuales por otros con las uniones mecánicas soldadas, la colocación de bridas de nailon para dificultar que se aflojen los grilletes de los fondeos, la sustitución de las boyas pinchadas y la instalación de las no existentes».

Los técnicos han emitido este informe tras una inspección subacuática encargada por Córdoba tras los temporales sucedidos a finales del año pasado. De este modo, detectaron que 30 de los 207 puntos de fondeo están en mal estado debido a problemas de anclaje: «En los casos más graves, el anclaje está prácticamente arrancado, la varilla y los estabilizadores están completamente desenterrados y, si se utiliza la instalación, puede fallar completamente». A estos se suma que, en los casos «menos graves», «la varilla se encuentra entre 25 y 50 centímetros desenterrada» y, aunque podría no agravarse la situación, «con el tiempo y los temporales se puede acabar partiendo».

El informe recoge que se han detectado anclajes de tipo taco químico en mal estado, parcialmente arrancados o que se mueven, por lo que «no se puede garantizar su correcto funcionamiento». En este caso, «todos los tacos químicos presentan el problema de que están fabricados con uniones mecánicas sin soldar, con lo que con el paso del tiempo se pueden aflojar y la instalación fallar». Los técnicos han puesto solución a este problema mediante un pasador de acero inoxidable que atraviesa la rosca no soldada. Pero si este pasador falla o «produce corrosión galvánica a la varilla, con el tiempo se podría soltar la parte superior del anclaje».

En el mismo documento se señala, además, que se han detectado 41 grilletes flojos o mal apretados, que han sido ajustados por los buceadores con «bridas de nailon para dificultar que se vuelvan a aflojar y como testigo para futuras inspecciones». A esto se suman 16 amarras del usuario sin guarda-cabos y «otras deficiencias» ya que «el sistema instalado carece de una amarra donde el usuario pueda amarrar sus cabos y, de esta manera, es responsabilidad de cada usuario el instalarse unas amarras fijadas a la cadena con un grillete o directamente atadas a la cadena».

El informe finalmente, indica la detección de 12 boyas de fondo pinchadas o inexistentes así como que «varios anclajes de los 207 inspeccionados están instalados en zonas donde hay caulerpa prolifera, sobre todo en la zona sureste». Algo que consideran «destacable» porque «el mismo proyecto determina que no se instalarán anclajes ni fondeo de ningún tipo sobre este tipo de alga».