La crisis institucional y política empezó a raíz de la petición de Córdoba a Prohens de un sobresueldo o dinero extra. En la imagen, la presidenta del Govern y el presidente del Consell de Formentera, en una reunión en julio del año pasado.

Un inesperado comunicado este domingo por la mañana del presidente del Consell de Formentera, Llorenç Córdoba, reiterando su compromiso con la estabilidad institucional y el diálogo y criticando la «falta de colaboración» de Sa Unió, volvió a encender este domingo los ánimos entre la clase política de la isla pitiusa.

Córdoba comenzó su mensaje asegurando que su voluntad era «informar a la opinión pública sobre la situación actual respecto a las negociaciones con el grupo político de Sa Unió», pensando siempre en resolver la crisis institucional desatada hace cuatro meses.

El presidente llegó a manifestar que, en este tiempo, ha realizado «numerosos esfuerzos para alcanzar una solución dialogada que garantice la estabilidad y el buen funcionamiento de nuestra institución». Para ello, dijo haber mantenido contactos y haber presentado propuestas tratando de encontrar un punto común con la coalición política.

«Mi trabajo ha ido encaminado a conseguir que continuara gobernando la opción política que obtuvo la mayoría de votos en las pasadas elecciones, aunque la decisión unilateral de expulsarme del grupo Sa Unió dinamitó la mayoría absoluta lograda. He intentado que este movimiento político afectara lo menos posible a la gobernabilidad del Consell», insistió.

Córdoba consideró que los consellers de la coalición se han mantenido «inflexibles» en su postura inicial, rechazando cualquier intento de negociación que no incluya su dimisión. También se refirió al anuncio de estos consellers de dimitir en bloque durante el mes de marzo si el presidente no dejaba su cargo. El presidente insistió en que no piensa dimitir.

Entre otras cuestiones, Llorenç Córdoba reiteró su compromiso de velar por el bienestar y el interés general de los ciudadanos de Formentera, trabajando «incansablemente» para superar esta situación y encontrar una salida que preserve la estabilidad institucional.

Desde Sa Unió consideraron que la actitud de Córdoba es «bastante grave» y aseguraron que el presidente, en un hecho tan importante como es la huelga de basuras, ha actuado al margen de Sa Unió y, lo que es peor, de la consellera de Gestión Ambiental.

También explicaron que esta pasada semana Córdoba utilizó un grupo de ‘WhatsApp’ de la pasada legislatura para convocar una junta de portavoces. «Sólo se enteró de la convocatoria el portavoz del PSOE», criticaron.

Desde la coalición política, Verónica Castelló desmintió ayer que Córdoba haya intentado atajar la crisis política y consideró que precisamente no está mostrando ninguna voluntad de conseguirlo. Desde Sa Unió reconocieron «no entender» el comunicado del presidente.

Sobre las conservaciones mantenidas con la oposición, Castelló señaló que «ahora ya comienza a haber muchas más evidencias para que nos apoyen», comentó en relación a lograr que PSOE y GxF voten a favor de una moción de censura contra Córdoba.

«Posiblemente, volveremos a intentar mantener algún contacto con PSOE y GxF en los próximos días para conseguir que este señor se dé cuenta de todo lo que ha estado haciendo, que no han sido actos correctos ni éticos ni morales. Además, últimamente está actuando a espaldas de todos», insistió.

Castelló tampoco descartó la posibilidad de dimitir en bloque. «Es algo que siempre ha estado ahí, aunque siempre hemos dicho que sería lo último», concluyó.