«Yo, por mi parte, volvía ahora mismo por donde hemos venido, si no fuese porque ya es casi la hora de comer», comentaba ayer una señora mientras esperaba en Sant Joan el autobús que debía llevar de vuelta a casa -Sant Vicent- a las más de 20 personas que se animaron a participar en la 'Pujada a Peu a Sant Joan'.

A las diez de la mañana los excursionistas se congregaron en la Plaza de la Iglesia y tardaron unas dos horas en recorrer el camino que media entre las dos poblaciones. «Hemos ido por caminos, no por la carretera, y nos hemos detenidos en varios lugares. El camino ha sido tranquilo», comentaban mientras descansaban un poco. La mayoría de los participantes estaban de acuerdo en que «la próxima vez hay que salir antes para poder volver andando». A su llega a Sant Joan, los excursionstas aprovecharon para visitar la exposición de arte cibernético «El compás del silencio» de Holger E. Dunckel, situada en el Centre Cultural de la población y que hoy cierra sus puertas.

En definitiva, esta primera «Pujada a Peu» fue, sin duda, un éxito, que se repetirá en los programas de fiestas de la localidad de Sant Vicent en los próximos años.

La «Pujada a Peu» fue el primer acto de la jornada de ayer, no obstante, las actividades se prolongaron durante toda la tarde. A mediodía, en la escuela de sa Cala se celebró una torrada popular en la que no faltaron los juegos. Por la noche, después de la inauguración de la iluminación de la pista polideportiva, los vecinos de la población bailaron al ritmo de rock en el concierto que corrió a cargo de My Generation -con Jon Michell y Jurgen Graff- y que se celebró en el puerto de la localidad. l Carla Centelles