Los niños en la clase de español que tuvo lugar ayer tras la excursión para buscar hierbas por los alrededores. Foto: GERMÁN G. LAMA.

Cantar, nadar, escuchar música o ir de excursión no son actividades nuevas para los alumnos del colegio Can Blau. Sin embargo, esta vez el número de participantes de sus propuestas se ha visto incrementado súbitamente.

Once alumnos alemanes, acompañados por cuatro profesores, han acudido al centro internacional para devolver una visita que los escolares españoles hicieron hace un año al país germano, en una iniciativa de intercambio denominada «Encuentro».

Cumpliendo con el primer aniversario de una experiencia que les dio la oportunidad de conocer a un grupo de disminuidos en Kleve, ahora, los antiguos invitados se han convertido en huéspedes. Y lo han hecho a lo grande, con un amplio programa donde se incluyen concursos, expediciones, gastronomía, e incluso un apartado para escribir postales a las familias.

Las metas estaban claras: reducción de prejuicios, permitir otro tipo de contactos sociales y aprender a ser tolerantes ante el hecho de ser «diferentes».

La convocatoria pasada no pudo ser más esperanzadora, como señala la directora del centro: «a pesar de que ambas partes buscaban al principio la seguridad de sus propios compañeros, pronto las barreras se hicieron fluidas».