Las caramelles de Pascua mantienen la estructura y el ritmo de los cantos de Navidad. Foto: GERMÁN G. LAMA.

Las Caramelles son, por antonomasia, los cantos religiosos de las Pitiüses. Interpretadas en Navidad -las más conocidas- y en Pascua narran respectivamente el nacimiento del Bon Jesús y la pasión, muerte y resurrección del mismo. Las Caramelles, tal y como las conocemos en la actualidad, se cantan en el interior de los templos en los días más señalados de estas fiestas. No obstante, como comenta Xicu Bufí, responsable de la Escuela de Folklore del Patronat de Música, «es de suponer que antes de la construcción de las iglesias de Eivissa, estos cánticos ya debían ser interpretados en las casas o allá donde de realizasen las ceremonias religiosas, pero esto lo deben apuntar los historiadores de estos temas». «Nosotros -continúa- somos meros vehículos transportadores de la técnica de las Caramelles».

Lo que sí sabemos es que tradicionalmente las Caramelles de Nadal se cantaban desde la Missa de Matines -del día 24 de enero- hasta el día de Sant Antoni -17 de enero-. «También solían cantarse en festes pagades, misas solemnes pagadas por particulares que terminaban con la procesión de los santos». Las Caramelles completas tienen una duración que ronda los 45 minutos, aunque hoy en día suelen cantarse fraccionadas. Las Caramelles están compuestas por tres partes distintas: el inicio o Caramella; los goixos, de los que existen distintas versiones, y la parte final u ofrenda, de la que también hay versiones diferentes. Los cánticos son siempre acompañados por castanyoles, flautas, tambores y espasíns, instrumento que tradicionalmente sólo se utilizaba en estos cánticos religiosos.