Els Verds, el GEN, Amics de la Terra y la Asociación de Bares y Restaurantes expresaron ayer su indignación contra los vertidos en es Codolar. Foto: GERMÁN G. LAMA.

Las organizaciones ecologistas y los empresarios del sector de la restauración de Sant Josep quieren que se paralice inmediatamente la construcción del emisario de aguas residuales en la playa de es Codolar, ubicada en plena Reserva Natural de ses Salines.

Los ecologistas consideran que el hecho de que el Ministerio de Medio Ambiente haya autorizado este proyecto «es un insulto a la Reserva Natural», señaló ayer el presidente del Grup d'Estudis de la Naturalesa (GEN-GOB), Marià Marí. El GEN presentará próximamente una denuncia ante de Unión Europea, pidiendo que se prohiban los vertidos de aguas residuales en esta zona, protegida por varias directivas medioambientales europeas.

Marí lamentó que «por los intereses de un sector minoritario de empresarios de Platja d'en Bossa se lleven los vertidos a es Codolar, perjudicando gravemente al sector turístico de la zona».

Por su parte, Els Verds consideran «impresentable» esta autorización, y exigen al Ministerio que paralice el proyecto hasta que no ponga en marcha un Plan de Uso y Gestión de la Reserva Natural. Els Verds critican que el Gobierno «se dedique a aprobar este macroproyecto justo antes de las elecciones y en contra de la oposición generalizada, cuando la prioridad debería ser proteger ses Salines».

«El hecho de obligar a hacer depuración terciaria -añaden- es un reconocimiento a la razón ecologista, ya que el proyecto aprobado hace unos meses por el Govern lo impedía. Pero hay que recordar que no se conoce ninguna depuración, ni tan sólo la de ciclo terciaria, que haga agua totalmente natural». Finalmente, Els Verds hacen un llamamiento al Ayuntamiento de Sant Josep y al Consell Insular para que no concedan las licencias necesarias para hacer las instalaciones.