Lecciones a distancia en una habitación. Lejanías salvadas a base de cámaras y pantallas o clases impartidas por un profesor al que se ve pero que no te escucha si no es a través de un micrófono. Estas son algunas de las peculiaridades de Campus Extens, una iniciativa de la Universidad balear nacida en octubre de 1997 a fin de, tal y como señala Jesús Salinas, delegado del rector en Nuevas Tecnologías, «hacer llegar la educación a todos los rincones y posibilidades».

Con un nivel de calidad similar al de la enseñanza presencial (se comparten maestros y programas), actualmente 120 jóvenes realizan sus estudios a través de esta fórmula, una opción económicamente más viable para aquellos que quieren formarse en el grado superior y sus posibilidades monetarias o su situación personal o familiar no se lo permiten.

Los principios se remontan dos años atrás con el primer grupo de Magisterio, una oferta que se ha ampliado a segundo de dicha especialidad y el curso inicial de Empresariales, así como dos de Turismo, en Palma y Eivissa. El corto periodo de tiempo transcurrido desde entonces supone que aún haya obstáculos por solventar.

Jesús Ballesteros, experimenta a diario los pequeños contratiempos que le hacen, como al resto de sus compañeros, replantearse «si éste es un sistema de óptimo, ya que las enseñanzas son excesivamente teóricas y esto se nota a la hora de aplicarlo a la práctica», señala. Un tema polémico a nivel de toda la educación superior pero que matiza con un apunte: «En nuestros programas se incluyen prácticas desde que comenzamos, mientras que los de Palma las realizan a partir de tercero».

Su compañera, Pilar Méndez, apunta una de la claves a la hora de evaluar esta iniciativa: «Tiene grandes cualidades, pero, sin duda, falta rodaje y material». La biblioteca es, en este sentido, una de las principales preocupaciones a solventar de cara a la proximidad de los exámenes. Los volúmenes resultan insuficientes «y se trata de una circunstancia que habría que solucionar antes de las fechas clave», confirma Pilar.