O. R. El presidente de Fomento de Turismo de Eivissa, Joan Guasch, tiene claro que los efectos que puede provocar la huelga de hostelería que mañana se convocará son «incalculables»: «Desde que se dio la noticia, rezo cada día para que se encuentre una solución y no haga falta llegar a estos extremos», explica.

Estas movilizaciones "previstas para los días 25, 26 y 27 de junio; 5, 6, 7, 13, 14 y 15 de julio y 1, 2 y 3 de agosto" serán las más largas de cuantas se han convocado en las Pitiüses. «Los primeros días todavía se puede salvar un poco la situación sirviendo comidas frías o con soluciones del estilo de ésta. Pero a los siguientes, nadie puede pedir a un cliente que ha pagado por descansar que se haga él mismo la cama. Es una progresión geométrica de descontentos», apunta el presidente de Fomento de Turismo.

Además, Guasch advierte que todos los turoperadores internacionales están al corriente de lo que sucede en la isla respecto a estas movilizaciones: «Todos los mayoristas tienen en Eivissa sus delegados, que pasan informes a sus centrales. Así que si la huelga va adelante nos podemos encontrar con que se anulen reservas», indica.

Guasch desconoce todavía qué operativos pueden montar las empresas del sector para hacer frente a todas las jornadas de paro, pero aduce que, se haga lo que se haga, no se podrán minimizar sus efectos. El sector de la hostelería emplea a 25.000 personas en Eivissa y Formentera y a 70.000 en el conjunto de Balears. De él depende casi la totalidad de la economía insular.