Los estudiantes se concentraron al máximo durante las pruebas. Foto: VICENÇ FENOLLOSA.

«Un mero trámite para conseguir mi sueño: estudiar telemática». Así de contundente se muestra Rafael, un alumno del Quartó de Portmany, que junto a más de trescientos compañeros -tanto de COU como de bachillerato de la LOGSE- se examina desde ayer y durante tres días, de selectividad.

Pero no todos tienen su templanza. A las nueve, las caras en el instituto Santa María de Eivissa dejaban entrever una noche de insomnio y una mañana de nerviosismo ante unas pruebas que suponen la puerta a la carrera añorada.

La nota obtenida es esencial y Cristina lo sabe: «Mi idea es estudiar psicología en Palma, pero tengo una media de cinco y ya veré lo que pasa», afirma. Un tribunal compuesto por 18 profesores será el encargado de decidir su calificación. Tras los trámites previos (concentración en las puertas, comprobación de las listas e identificación con el DNI), la primera cita tenía lugar con la lengua y la literatura españolas. Poco después, Juan Marsé y «Últimas tardes con Teresa», pusieron las cosas algo difíciles. Un comentario generalizado que Ana belén, Marta y Carmen comentan en el descanso de la de hora comer: «catalán ha sido el callo. Sinceramente, pensábamos que sería más sencillo». Las asignaturas comunes terminan hoy con el idioma y desde entonces, cada uno dejará patente sus conocimientos en cada una de las especialidades escogidas (cuatro en los de COU y siete en los alumnos de la reforma educativa).