Hoy se baja el telón. Han pasado por allí 600 jóvenes actores a lo largo de veintinueve representaciones y otras tantas compañías, cuatro de las cuales eran grupos amateurs de Mallorca, Madrid y Barcelona.Un millón ochocientas sesenta y cinco mil pesetas de presupuesto y seis jornadas repletas de teatro. Hasta aquí, el resumen estadístico de la VII Edición de El Festín. Detrás se quedan la ilusión, los nervios y el duro trabajo, repartidos a partes iguales entre los organizadores y los alumnos participantes. Guisante ha sido uno de los motores fundamentales de la iniciativa desde su comienzo. Ultimando preparativos o retocando desperfectos se ha pasado las dos últimas semanas (a lo que hay que añadir su participación como director de alguno de los grupos asistentes) y, aunque agotado, ya prepara su viaje a los Pirineos como monitor en un campamento infantil. Su balance de la experiencia se resume en un término: «formidable», y ya apunta que para el año que viene espera invitar a otros países y comprimir aún más los espectáculos. Por el momento, ya se han mostrado interesados gente de Galicia, Madrid y Asturias.

Como en cualquier certamen de esta índole que se precie, ha habido fiascos y sorpresas agradables, pero, sobre todo, se ha podido contemplar como, encima de las tablas, las grandes estrellas no tienen porqué medir más de metro y medio, ni Sant Josep tiene porqué envidiar en algo al paseo de Sunset Boulevard.

El colegio de Santa Gertrudis, «Cap i Cua 2» de Sant Antoni, el centro público de Santa Gertrudis, la compañía juvenil «Es cubells» , Eugenia Manzanera, «Cuenta cuentos» de Madrid, y el conjunto infantil de Es Cubells, pondrán, a partir de las seis de la tarde, el punto y aparte de esta aventura en la que la participación, esta vez sí, ha sido lo más importante.