Francesc Antich pronunció su discurso durante casi una hora y media. Foto: JAUME ROSSELLÓ.

El socialista Francesc Antich se comprometió ayer en el Parlament a presidir un Govern transparente y acabar con el sectarismo en la política balear. Antich presentó «un Govern de cambio», y subrayó que los ciudadanos de Balears «han decidido acabar con la mayoría conservadora después de 16 años de gobierno». El socialista, que hoy será elegido presidente por 31 diputados autonómicos, reiteró que su gobierno «será plural y unitario en la acción», y añadió que su compromiso es «convertir la alternancia en alternativa». Antich quiere poner en marcha una nueva relación entre administradores y administrados. El nuevo Govern, dijo, será «una frontera histórica». «Será un Govern de cambio en objetivos, acciones y formas, con una profunda revisión institucional», explicó el socialista, quien destacó que por primera vez desde 1983 los tres consells y el Govern serán gobernados por fuerzas progresistas y nacionalistas. «Tenemos la necesidad de restaurar la dignidad institucional y restablecer el clima de confianza en las instituciones políticas», apuntó. La primera prioridad de Antich será la regeneración de la actividad pública para que todos se sientan «orgullosos del prestigio de la primera instancia política. «El nuevo Govern será un ejemplo de honradez y eficacia en la gestión pública, y yo quiero ser el primer vigilante en la detección de vestigios de corrupción, irregularidades, abuso de poder y prepotencia que, en caso de producirse, serán rechazados con tanta celeridad como firmeza», avisó Antich. El segundo pilar será el diseño de una nueva estructura institucional para dar mayor protagonismo a los consells insulars para que asuman un mayor protagonismo. Francesc Antich esbozó algunos puntos de las más de 200 medidas que desarrollará durante los próximos cuatro años.