La presidenta del Consell Insular d'Eivissa i Formentera, Pilar Costa, y el alcalde del Ayuntamiento de Eivissa, Xico Tarrés, descartaron ayer la posibilidad de emprender alguna acción con el objetivo de frenar la cada vez más inminente construcción del dique de Botafoc. Ambas instituciones reconocen que no pueden interferir en la decisión adoptada anteayer por la Autoritat Portuària de Balears de adjudicar las obras para su comienzo inmediato.

Costa recordó que siempre ha defendido la necesidad de estudiar las posibles alternativas y optar por la que tuviera un menor impacto ambiental. Además, ayer comentó que debido a los últimos informes presentados por el Col·legi d'Arquitectes, «lo más razonable sería que se estudiaran para conocer su viabilidad». La presidenta también es consciente de que, una vez adjudicadas las obras, echar el proyecto atrás es más complicado, aunque entiende que el asunto deberá quedar en manos del nuevo presidente de la Autoritat Portuària de Balears, Francesc Triay, que deberá tomar posesión de su cargo en próximos días. Por su parte, Tarrés señaló que, si bien personalmente el proyecto no le gusta demasiado, es cierto que el puerto de Eivissa «necesita una solución urgente». El alcalde ibicenco comentó que su actitud sigue siendo «la de decir que hay que dar seguridad al puerto intentando que las medidas tengan el menor impacto ambiental posible».