GUILLERMO ROMANÍ El Ayuntamiento de Formentera iniciará lo antes posible un amplio debate «político, social y económico» para definir el lugar en el que se habrá de instalar la futura planta de transferencia de los residuos sólidos que se generan en la isla. El alcalde, Isidor Torres, precisó que esta iniciativa es la consecuencia lógica del convenio de rehabilitación y cierre del vertedero de es Cap de Barbaria, que tendrá lugar en el plazo de tres años.

Por su parte, el primer teniente de alcalde, Enric Barot, señaló: «Hemos de sentarnos todos y ver cuál es el lugar adecuado, teniendo en cuenta las cuestiones técnicas que nos determinan». Torres avanzó que los planes de Eivissa y Formentera están muy avanzados; «ahora es el momento de seguir avanzando en la materia», añadió. Tanto el alcalde como Barot, atacaron al GIF: «Decir que una planta de transferencia es un vertedero es falso; no es más que un intento de intoxicación de la opinión pública».

«El plan sectorial ya contempla en la propuesta de redacción existente que en Eivissa se haga una planta de tratamiento de residuos y que, por lo tanto, en Formentera se hará una planta de transferencia». Ésta llevará incorporada una planta de tratamiento, añadió Barot, quien manifestó la intención alcanzar un «nivel europeo».