Los propietarios de empresas de alquiler de coches analizaron la actividad que desarrolla el sector en el transcurso de la vigésimo tercera asamblea de la Agrupación Empresarial de 'Rent a Cars' de Balears, que tuvo lugar la pasada semana en Mallorca.

Los empresarios de este sector consideran que, en estos momentos, se demoniza al sector, culpándoles de males como la falta de aparcamientos, caos circulatorio, falta de carreteras, consumo de territorio y accidentes de tráfico, «cuando en invierno se reduce la flota de coches de alquiler a un 10 por ciento del total», expuso el presidente de la agrupación, Manuel Jiménez. Por contra, Jiménez aseguró que el sector de 'rent a cars' «lleva unos cuantos años sin obtener beneficios, porque este sector no es rentable».

La agrupación estudió limitar el número de vehículos en circulación, sobre lo que su presidente señala lo difícil que resulta, teniendo en cuenta que «el número de coches matriculados cada año en Balears no varía desde hace tres años, situándose entre los 23.000 y 25.000 vehículos, lo que no significa que crezca, sino que el sector se desprende de esta flota al final de la temporada turística».

En opinión del presidente del sector, «el número de vehículos debería limitarse impidiendo que las empresas se instalen en suelo rústico, circunstancia que les permite crecer y es una competencia desleal respecto al resto de las empresas y combatiendo la piratería a través del control de los vehículos extranjeros».

24 empresas cerradas en 1999 Para mostrar que el sector del alquiler de coches no es tan rentable como algunos apuntan, el presidente de la agrupación no duda en recurrir a las cifras: cada vez son más las empresas que se ven obligadas a echar el cerrojo para siempre y, en el año pasado, ya fueron 24 las que tuvieron que cesar en su actividad., lo que supone un 8 por ciento del total de compañías, según Jiménez.

A modo de ejemplo, el presidente de esta agrupación expuso que las 286 empresas federadas en las Islas tienen una flota media de 50 vehículos, que cobran una media de 3.000 pesetas por día en el alquiler de un coche. «De modo que éste es un negocio ruinoso para la mayoría de las empresas», apunta Jiménez.