La Asociación de Artesanos de la Pimeef considera que el permiso para abrir las puertas de la Plaça d'Art el domingo, a pesar de la presión del Ayuntamiento para que no trabajasen a la vez que los stands del Día del Libro, constituye un «triunfo del sentido común». Finalmente se abrieron las puertas de los artesanos «evitando a los consumidores una decisión inexplicable para todos», señalan los artesanos, a pesar de que el futuro de la feria quedó en el aire.

El sector advierte a las instituciones que «potenciar la artesanía, algo de lo que hablan mucho, no es amenazar con cambiar la sede de la Plaça d'Art» y tacha de «paradoja» que un gobierno progresista les haya sometido «a una persecución, sacando las vallas y desconectando la iluminación el pasado domingo». Personas de otras instituciones, público en general y el propio jurado de la feria manifestaron su sorpresa por la pretensión del Consistorio de cerrar la feria de artesanía, que se clausura mañana, según ha señalado el sector. «También se ha dicho -recuerdan los artesanos- que los libreros estaban en desacuerdo con que abriese el mercado de artesanía, cuando esta versión no es cierta ya que había espacio para todos».