Hace 30 años, las Naciones Unidas declararon el 22 de abril como el Día de la Tierra. Tres décadas después, el mismo espíritu que empujó a la ONU a recalcar esta fecha del calendario, se defiende en cada rincón del planeta con el mismo ímpetu que ayer se palpaba en Vara de Rey.

Amics de la Terra Eivissa organizó un amplio programa de actos en el que coincidieron organizaciones ecologistas, instituciones públicas y artesanos. Junto a los habituales, (GEN/GOB, la Coordinadora en Contra de la Ampliación del Puerto de Eivissa, las Plataformas en Contra de los Tendidos Aéreos, Línea Misa, Adda y Duo) se sumaron a la cita como novedad la reserva de ses Salines y la fundación Environmente versus Pollution. Además, el Ayuntamiento quiso estar presente con un stand protagonizado por la campaña de ahorro de agua «No deixes que se'n perdi cap». Entre los ausentes, el tradicional puesto de Can Short que no pudo acudir por cuestiones de agenda.

La presidenta de la asociación promotora, Hazel Morgan, destacó la jornada desde tres ángulos: «Se trata de una oportunidad para reflexionar y analizar las acciones que ejecutamos teniendo en cuenta que cada cosa que se hace afecta de un modo u otro a nuestro mundo; es también un día festivo y la ocasión de reivindicar algunas cosas». A las 11:30 se leyeron los primeros manifiestos de los participantes para dar paso posteriormente a las numerosas actividades previstas. Juegos infantiles y de animación; demostraciones de aparatos cuyo funcionamiento depende de la energía solar; una exposición fotográfica sobre la manifestación del 22 de enero de 1999 y un completo repertorio musical diseñado por Jean Mitchell (quién por cierto sufrió un aparatoso accidente aunque sin consecuencias graves al intentar subir a la plataforma instalada por el Consistorio) que comprendía a Joan Morenu, Ana Oreana con el grupo «Carretera y Manta», Chevy o el dúo «Piano, piano».